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El humo blanco volvió a elevarse desde la Capilla Sixtina, confirmando al mundo que la Iglesia Católica tiene nuevo Papa. Tras dos días de deliberaciones y tres rondas de votación, los cardenales eligieron al estadounidense Robert Prevost como el sucesor de Francisco. Desde hoy, es oficialmente el Papa León XIV.
Miles de fieles en la Plaza de San Pedro estallaron en júbilo cuando la tradicional fumata blanca cruzó el cielo romano, símbolo de consenso entre los 133 cardenales reunidos en el Cónclave. El anuncio oficial fue pronunciado por el cardenal Dominique Mamberti, quien proclamó con solemnidad el histórico “Habemus Papam”.
Un nuevo rostro para el trono de Pedro
León XIV, hasta hoy cardenal y prefecto del Dicasterio para los Obispos, se convierte en el 267º pontífice en la historia de la Iglesia Católica, y el primero en asumir tras el fallecimiento de un Papa latinoamericano.
El Papa Francisco, nacido Jorge Mario Bergoglio, falleció el 21 de abril a los 88 años, tras complicaciones derivadas de un derrame cerebral y una insuficiencia cardíaca. Su funeral, celebrado el 25 de abril, marcó el cierre de una era iniciada en 2013 y dejó vacante el trono de Pedro por primera vez desde la renuncia de Benedicto XVI en 2013.
Un cónclave breve pero decisivo
El Cónclave comenzó el miércoles 7 de mayo, con la misa Pro eligendo Pontifice en la Basílica de San Pedro. Ese mismo día, los cardenales electores —todos menores de 80 años— juraron confidencialidad y se encerraron en la Capilla Sixtina. Tras dos fumatas negras (una el miércoles por la noche y otra el jueves al mediodía), fue en la tercera votación del jueves cuando finalmente se alcanzó el consenso.
La elección de León XIV se produce en un contexto de desafíos globales para la Iglesia: escándalos de abuso no resueltos, caída en la feligresía en Occidente, y tensiones internas entre corrientes progresistas y conservadoras.
Un liderazgo con desafíos globales
El nuevo Pontífice hereda una Iglesia en plena transformación. Su nombramiento genera expectativas sobre si continuará el legado reformista de Francisco o marcará un giro más tradicionalista. Como Papa, León XIV deberá enfrentar también el creciente conflicto geopolítico global, el cambio climático, la pobreza y el papel de la fe en la era digital.
