Hay un detalle en que probablemente todos coincidan a la hora de criticar el ecosistema de dispositivos de Android: las actualizaciones. Mientras algunos parches de seguridad siguen llegando, lo habitual es que las nuevas versiones del sistema operativo dejen de llegar a los 24 meses, en ocasiones mucho antes. Y sobre la velocidad de llegada mejor hablamos otro día.
Pero ayer, durante la presentación de los nuevos Pixel 2 se empezó a vislumbrar un futuro mejor para los ansiosos por estrenar nuevo sistema operativo sin cambiar de móvil. Google puso sobre la mesa los nuevos planes de actualizaciones para sus Pixel y aumentó el tiempo de vida. Samsung hoy ha hecho lo mismo. Aunque contando ambos podemos decir que la mejora ha llegado, pero con condiciones.
Google Pixel 2 Enterprise Edition
En el caso de Google, la condición no es otra que adquirir uno de los nuevos Google Pixel 2. Los de Mountain View no sólo ofrecen ventajas de almacenamiento online para sus propios terminales, y de rebote a los Android One, sino que ahora también aportan una mejora en el tiempo de actualizaciones. Comprar un Pixel te “regala” un año extra. Los Pixel 2 llegarían sin problemas, por tanto, hasta Android R, fuese cual fuese el nombre oficial elegido cuando eso sucediese.
Aunque esta ventaja en las actualizaciones para los usuarios de los Pixel no deja de ser un acto discriminatorio de Google hacia el resto de fabricantes, pues desde las oficinas centrales de los dueños de Android no han sido capaces nunca de obligar a los distintos fabricantes a alcanzar mantenimientos similares a los que sí ofrece Apple en iOS. Tal vez, y sólo tal vez, todo sea cuestión de controladores y de ahí que el nuevo made by Google pueda hacer más de lo que hacía en el pasado.
Los Pixel 2 ofrecen ya 3 años de actualizaciones, los Samsung Enterprise Edition también
En el caso de fabricantes que controlan casi toda su maquinaria está también Samsung. Los coreanos han dado hoy un paso similar al de Google aunque con una nueva condición. Los teléfonos de Samsung tendrán también tres años de actualizaciones garantizadas, además de una garantía extendida por el mismo tiempo, pero sólo si adquirimos una Enterprise Edition, la versión para empresas. Se ha lanzado ya en Alemania para los Galaxy S8 y el Galaxy Note 8.
Nada de mejoras de hardware, por cierto, sólo mantenimiento del software. Los teléfonos son idénticos pero si adquirimos un Galaxy S8 Enterprise Edition todo se prolonga un año más. De nuevo, un punto discriminatorio frente a los usuarios que adquieren un teléfono “normal”, sin apellidos y sin ventajas extra. Otro punto a considerar, y a criticar, pues parece que todo se encamina a crear una élite de teléfonos mejor mantenidos que los demás.
¿Élite o mejora?
Dado que ya hay dos grandes que han tomado el mismo camino, es lógico que el resto de constructores comience a seguirles. Tal vez no tardemos en ver teléfonos Huawei, LG, Sony, HTC o Xiaomi con actualizaciones extendidas. Lo que habrá que ver es si estas actualizaciones se aplican a todos o sólo a unos cuantos modelos puntuales. Y es que esto es justamente lo que no necesitaba Android en estos momentos, una nueva fragmentación de las actualizaciones propiciada de forma voluntaria.
¿Fomentará Google la aparición de una élite o por el contrario empujará al resto de fabricantes a mejorar el sistema?
La alternativa es que este movimiento consiga cambiar el paradigma en Android. Que Google sólo pretenda variar el paso sirviendo él mismo como ejemplo y que en unos años sea habitual que todos los teléfonos se actualicen de forma oficial durante 36 meses. Recordemos que el Nexus 6, de 2014, ya se ha quedado fuera de Oreo. El último iPhone en recibir iOS 11 ha sido el 5s. Comparaciones odiosas, quizá, pero necesarias para que el ecosistema androide pueda dar al fin un paso adelante sin tener que recurrir a ROMs.
Vía: SamMobile