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TEGUCIGALPA. Un informe del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), revela que una cantidad superior a los diez millones de dólares destinó el gobierno hondureño para la importación de armas, municiones y sus partes durante 2018.
En ese contexto, dicho informe cuestiona por qué un país con escasos recursos como Honduras no tiene entre sus prioridades claras el apoyo de rubros que impulsen el desarrollo.
El estudio precisa que el país canalizó cerca de siete millones y medio de dólares en la compra de municiones y partes y otra cantidad de dos millones de dólares fue para la adquisición de artefactos de fuego.
Estos números están registrados entre enero y noviembre del año pasado, por lo que se asume que la cantidad habría subido a los 11 millones de dólares incluidos los doce meses de 2018.
Los analistas del FOSDEH resaltan que la compra de dispositivos de ese tipo se ha convertido en un “gran negocio”. Las armas que ingresan en el país por la vía legal tienen un destino menor para el sector privado y la mayor parte es monopolizada por la Secretaría de Defensa, a través de la Armería.
Los grupos que critican la gestión de las finanzas públicas reflexionan en el hecho que Honduras tiene un nivel de gastos destinado a la importación de armas muy superior a la asignación presupuestaria para los renglones de cultura, arte, deportes y derechos humanos.
En comparación con los fondos dirigidos al armamentismo, se quedan cortas las partidas aprobadas, por ejemplo, para la Universidad de Ciencias Forestales, la Dirección y Ciencia y Tecnología Agropecuaria, el Servicio Nacional de Sanidad e Inocuidad Agroalimentaria, la Secretaría de Recursos Naturales y el Instituto Hondureño de Mercadeo Agrícola.
El informe del Fosdeh, especifica que Honduras gastó en 2017 al menos 130 millones de lempiras en la importación de bombas, granadas, minas, misiles, cartuchos y demás municiones y proyectiles con sus partes, incluidas las postas, perdigones y tacos para cartuchos.
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Importación de armas en ascenso
En los años 2015 y 2017, se desarrollaron en el país diversas manifestaciones contra la corrupción, la impunidad, la percepción de irrespeto a la voluntad democrática de la población, saqueos a instituciones públicas y privadas y otros abusos.
Si bien las protestas no fueron el principal determinante para que se incrementaran las importaciones de armas y municiones, sí influyeron en gran manera, como lo demuestra la importación de bombas lacrimógenas para efectos de disuasión, arrojan los estudios de organismos de la sociedad civil
Las importaciones en armas, municiones, sus partes y accesorios han incrementado tanto en valor como en volumen, lo que lleva a consultar si la distribución de las partidas presupuestarias en Honduras debería de ser replanteada en una balanza de costos de seguridad y defensa en contrapeso con el desarrollo social y económico.
