El gobierno decidió trasladar a más de 600 pandilleros recluidos en la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto a la cárcel de máxima seguridad, denominada “La Tolva”.
La medida de seguridad se realiza cinco días después de la fuga masiva de privados de libertad, miembros de la Mara 18.
El traslado se realizará con un amplio contingente policial y militar para evitar amotinamientos y emboscadas.
La operación Arpia III es coordinada por la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional Fusina (Fusina), ente que intervino ayer el centro penal.
Los miembros de seguridad confirmaron que son 18 los pandilleros fugados, no 22 como había informado el pasado sábado el Instituto Nacional Penitenciario.
Familiares de los reclusos se apostaron en las afueras para implorar a las autoridades ver por última vez a los reos antes de ser aislados en la novedosa prisión.
La tarde de ayer se informó que los uniformados asignados al resguardo de los anillos de seguridad la noche que se registró la fuga fueron sometidos a las pruebas del polígrafo.
“La Tolva” queda ubicada en el municipio de Morocelí, departamento de El Paraíso, zona oriental de Honduras.
Arpía
Mediante la operación Arpía III que se realiza desde tempranas horas de la mañana, se ha restringido el ingreso de vehículos hacía la Penitenciaría Nacional de Támara, de donde la semana pasada se fugaron al menos 18 peligrosos privados de libertad.
Asimismo, a lo largo del trayecto y en la propia capital de la República, se observan fuertes dispositivos de seguridad en puntos estratégicos donde se han instalado incluso armas de alto poder.
Según se conoció que en el interior de la cárcel de Támara se encontraron caletas donde se hallaron unos 30 millones de lempiras por lo que se investiga cómo pudo ingresar semejante cantidad de dinero.