El director de la Fundación para la Atención del Niño Quemado (Fundaniquem) Omar Mejía, informó que este año “hemos atendido a unos 400 niños quemados por diversas causas, entre ellas, el uso de la pólvora y agua hirviente”.
“También llevamos 2,500 procedimientos quirúrgicos bajo anestesia en las atenciones a nivel nacional y para ello hemos recibido un gran apoyo de las Fuerzas Armadas de Honduras (FFAA) y Fuerza Aérea Honduras (FAH) que no han escatimado esfuerzos para trasladar a las víctimas desde cualquier lugar del país”, reconoció.
“Esas acciones han disminuido en gran medida la mortalidad infantil pues solo hemos tenido un fallecimiento cuando antes al mes se morían hasta cuatro niños”, destacó el galeno.
En ese sentido, sugirió que “el Congreso Nacional debe aprobar una ley que prohíba el uso de la pólvora a los menores de edad, así como se hace con los cigarrillos y las bebidas alcohólicas”.
“Nosotros, en Fundaniquem, no nos vamos a cansar de impulsar esta campaña en contra del uso de la pólvora porque es en beneficio del pueblo hondureño en especial de la niñez”, agregó.
Referente
“Este es un hospital público, pero ahora es un referente en el área centroamericano y hemos ganado un gran prestigio, recientemente fuimos calificados con el 98% de efectividad a nivel de hospitales desde su manejo inicial que hemos realizado de todos los casos hasta la etapa final”, expresó.
“Pero todo eso genera enormes costos en la atención de los niños, al extremo que a diario se invierten unos 30,000 lempiras entre medicamentos, hospitalización, insumos, quirófanos y las diferentes especialidades”, precisó.
En ese sentido, señaló que “para tratar un niño quemado se necesita un cirujano plástico, psicólogo, intensivista y médico general, entre otros, todo eso genera una situación que sigo insistiendo es 100% prevenible”.
“Los padres de familia deben cuidar a sus hijos no solo por el uso de la pólvora, sino por otras situaciones que se presentan más que todo en las cocinas de los hogares”, sugirió.
“Para el caso, ayer ingresaron tres niños quemados por agua hirviendo y ellos quedarán prácticamente lisiados de por vida quizás por un descuido de los mayores”, deploró.
“Una niña nos dio un gran pesar porque nos preguntó si le íbamos a pegar de nuevo sus tres deditos de la mano derecha, los deditos ni los llevaron al hospital, porque se los destruyó un mortero. Es decir, que esa manito de poco le servirá cuando esté grande”, finalizó.
Dato
L 30,000 diarios se invierten en un niño quemado