Mientras Juan Olrando Hernández prometía un futuro mejor para Honduras, miles de personas llegaron hasta Tegucigalpa para protestar en contra de lo que consideran una reelección ilegítima.
Sin embargo, varios kilómetros antes de llegar hasta el Estadio de fútbol Carias Andino, los militares y policías reprimieron la marcha pacífica con gas lacrimógeno.
Con la reelección de este sábado, Orlando pone fin a una tradición de 38 años de vida democrática en Honduras en la que ningún presidente había sido reelegido. A su toma de posesión no acudió ningún mandatario extranjero, pero sí recibió a algunos embajadores en una ceremonia posterior.
La oposición, liderada por Salvador Nasralla y Manuel Zelaya, no reconocen los resultados de las elecciones del pasado 26 de noviembre que dieron la victoria al mandatario conservador por unos 50.000 votos.
Nasralla denunció que en “Honduras se contabilizan entre 130 y 140 muertos y hay 800 presos políticos”, como consecuencia de las protestas postelectorales.
Cuestionó que este 27 de enero quedará como una fecha mundial para demostrar cómo se castiga a los pueblos para beneficiar a los organismos “de mentiras” que manejan el mundo.
“Se contabilizan 800 presos políticos y entre 130 y 140 hondureños muertos, solamente por protestar en las calles”, subrayó Nasralla, quien pide su liberación como requisito para iniciar un diálogo nacional.
Diálogo
Por su lado, Zelaya dijo: “nosotros no queremos que haya aquí ningún delito, pero si estamos dispuestos a hacerlo, nosotros no queremos que haya aquí ningún acto de violencia, pero estamos dispuestos a resistir, a denunciarlo y a defendernos, el derecho a la defensa es un derecho bíblico”.
Aseguró que “queremos diálogo para resolver esta crisis, pero queremos un diálogo incluyente con resultaos que sean obligatorios, un diálogo en que haya un mediador, no queremos ir a un careo con el dictador, porque eso va a crear otra crisis”.
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“Aceptamos el diálogo, queremos el diálogo, a mi me derrocaron y acepte un mediador y el mediador dialogaba con el golpista y dialogaba con nosotros, el mediador era Óscar Arias y qué pasó con el esa mediación, dijo restitución inmediata del presidente José Manuel Zelaya Rosales, eso fue casi nueve años y estoy esperando”, argumentó.
La Organización de Estados Americanos (OEA) pidió la repetición de los comicios ante las graves irregularidades detectadas antes, durante y después del día de votación.
Consciente de su escaso apoyo popular, Orlando dijo en su discurso que libra “la madre de todas las batallas”, y reconoció la división que su reelección había generado.
“Si una casa está dividida no puede permanecer y soy consciente de las diferencias políticas en el país, pero no hay diferencias que justifiquen la violencia (…). No es justo generar ese temor”, señaló.
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