El Fondo Monetario Internacional ajustó ligeramente al alza la proyección de crecimiento de este año en América Latina y el Caribe y la ubicó el martes en 2%, un incremento sustancial respecto del 1,3% registrado en 2017.
La región se verá impulsada por la notable recuperación de Brasil, cuyo consumo privado e inversión le permitirán crecer 2,3% este año y 2,5% el próximo después de la profunda recesión.
La proyección de crecimiento de 4,5% este año para Paraguay es de las más elevadas en el continente, seguidos de Bolivia (4%) y Perú (3,7%).
México podrá expandirse este año a una tasa de 2% -por encima del 1,3% del año pasado- gracias a la expansión de 2,9% que experimentará Estados Unidos.
Gian Maria Milesi-Ferretti, subdirector del departamento de investigación del FMI, dijo en conferencia de prensa que al mismo tiempo México siente los efectos negativos por la tensión comercial con Estados Unidos y también debido a la “incertidumbre por el resultado de las elecciones (en julio) y los retos que el nuevo gobierno enfrentará”.
En Argentina el crecimiento podrá moderarse del 2,9% en 2017 al 2% este año debido a la sequía que afectó a la actividad agrícola y a los ajustes gubernamentales necesarios para reducir la inflación.
Venezuela será la única nación del continente en rojo pese a la recuperación de los precios del petróleo, con una contracción estimada de 15% este año y 6% el próximo, y una tasa de inflación que este año podría sobrepasar el 13.000%.
El FMI mantuvo su pronóstico de un crecimiento económico global de 3,9% -el mayor desde 2011- y proyectó que las principales regiones del planeta se expandirán por primera vez en una década gracias a las bajas tasas de interés y a una recuperación en el comercio global.
Pero su principal economista Maurice Obstfeld advirtió sobre la posibilidad de que una guerra comercial entre Estados Unidos y China “debilite la confianza y aborte prematuramente el crecimiento global”.