Este lunes 25 de enero se celebra el “Día de la Mujer Hondureña”, dedicando 24 horas que dejan de ser insuficientes para reconocer y honrar a cada mujer, pues cuando se habla de ellas es hablar de un ser especial, mágico y misterioso, que no es necesario entender, solo comprender, querer y admirar.
La historia nos recuerda que a través del Decreto N° 29 de 1955 durante el gobierno del Julio Lozano Díaz; este decreto presidencial abrió el camino para que las mujeres hondureñas pudieran gozar de sus derechos políticos, el derecho a ejercer el voto y a participar en la actividad política del país logrando así ir más allá del espacio doméstico que las mantenía encasilladas, para salir a un campo público y electoral.
Luego de 66 años, su camino hacia más oportunidades no se quedó allí, logrando también otros avances en materia social y política, intentado romper con los paradigmas que pretenden menospreciar sus capacidades y encapsular sus virtudes ante injustas maneras de pensar de vagabundas mentes.
A su conquista del voto hay que sumar la Ley de Igualdad de Oportunidades de la Mujer (LIOM), la Ley de Igualdad Salarial, La Ley de Lucha contra la Violencia Doméstica, más cupos electorales para aumentar la participación política de las mujeres y empoderar su toma de decisiones.
En la actualidad las mujeres en Honduras siguen exigiendo respeto y oportunidades. En 2012, el principal reclamo fue detener la violencia continua contra las mujeres, quienes siguen siendo un grupo vulnerable en la sociedad.
DATO
Honduras es uno de los países más violentos del mundo, sobre todo para las mujeres, ya que según el observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), cada 16 horas una mujer es asesinada.