Familiares pidieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) una condena contra el Estado de Honduras por la ejecución extrajudicial del dirigente comunista y asesor sindical Herminio Deras García, ocurrida en 1983.
La CorteIDH, con sede en Costa Rica, comenzó una audiencia de dos días por este caso, en la cual escuchó el testimonio como testigos de la esposa de Deras, Otilia Flores Ortiz, y de una hermana de él, Irma Deras García.
Herminio Deras fue detenido por agentes estatales y ejecutado a balazos en su vehículo el 29 de enero de 1983, en el marco de una “doctrina de seguridad nacional” implementada por el Gobierno y con la que adoptó prácticas de violación a los derechos humanos contra opositores, explicó en la audiencia el representante de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) Carlos Bernal, quien se encargó de exponer la demanda.
Bernal afirmó que la demanda de la CIDH presentada a la CorteIDH concluye que el Estado hondureño no ha controvertido los cargos y que es responsable por la violación al derecho a la vida y a la libertad de expresión y asociación.
La demanda también señala que hubo irregularidades en la investigación del crimen y que hasta la fecha no se ha sancionado a todos los responsables.
Bernal explicó que los familiares de Deras, incluidos niños, también son víctimas en este caso, pues sufrieron allanamientos de domicilios, torturas y varios de ellos tuvieron que exiliarse para proteger su integridad, lo que suponen violaciones a los derechos a la integridad personal, libertad personal, vida privada, derechos del niño, a la residencia y a la circulación.
Herminio Deras García era un maestro, dirigente del Partido Comunista de Honduras y asesor de varios sindicatos de la costa norte de Honduras y fue asesinado en represalia por sus actividades políticas y sindicales, según la demanda.
En la audiencia, Otilia Flores Ortiz describió a su esposo como un hombre “de sensibilidad humana bien definida, muy responsable, dedicado a su trabajo y educado” y pidió a la CorteIDH hacer “justicia” para que hechos similares no se repitan en Honduras.
“Lo que mis hijos sufrieron fue tremendo. Primero la persecución, el cateo a la casa, mi casa fue ametrallada y en 1983 fue cuando asesinaron a Herminio. Ninguno de nosotros nos hemos podido recuperar 39 años después. Mis hijos estaban pequeños, eran niños hiperactivos, cantaban, recitaban, bailaban y desde esa fecha no lo volvieron a hacer. Se vive con ese temor hasta la fecha porque las cosas siguen igual”, expresó Flores Ortiz.
La mujer dijo que como medida de reparación el Estado debe “procurar hacer una limpieza total en la Policía y de los militares”.
La otra testigo, Irma Deras García, relató cómo su familia era perseguida y agredida por las fuerzas militares y de seguridad de Honduras en la década de 1980 y pidió a la CorteIDH “justicia y castigo para los asesinos” de su hermano.
El procurador general de Honduras, Manuel Antonio Díaz, dijo en la audiencia que la representación del Estado no realizará preguntas a las testigos para “no revictimizarles”.
Esta audiencia terminará el miércoles y a partir de entonces las partes tendrán una mes para presentar sus alegatos finales por escrito, luego de lo cual, la CorteIDH emitirá un fallo en los siguientes meses.