TEGUCIGALPA. En el marco del Día Internacional de la Mujer, activistas feministas indican que emigrar es la única opción para jóvenes que consideran las pocas oportunidades laborales, el machismo y la violencia como las principales barreras para su desarrollo pleno en el país.
Miroslava Cerpas, de la Asociación feminista Calidad de Vida de Honduras, asumir la cultura machista es el mayor problema de las mujeres en el país.
La activista manifestó que la cultura machista provoca que muchas mujeres “sean sexualizadas y vistas como objetos” y que no tengan las mismas oportunidades labores que los hombres.
El acoso sexual es otro de los principales problemas al que se enfrentan las mujeres en la nación centroamericana, la mayor parte de ellas jóvenes, añadió.
A criterio de Cerpas en la mayoría de los casos no se nos abren las oportunidades de la capacidad de la mujer “sino porque jefes andan pidiendo favores sexuales o crucifican nuestro cuerpo”, dijo.
En tal sentido, para lograr la equidad de género en Honduras, aseguró Cerpas, es necesario reducir la brecha salarial e impulsar medidas que permitan a la mujer insertarse en el mercado laboral.
Lamentó que en Honduras “no hay un interés político” para acabar con los feminicidios, las violaciones y el acoso sexual hacia las mujeres, que en el país representan el 51 % de los 9,2 millones de habitantes, la gran mayoría pobres.
El Estado de Honduras carece de “verdaderas políticas” que garanticen la inclusión de mujeres en todos los ámbitos de la sociedad, señaló Cerpas.
Doble discriminación
Asimismo, denunció la “doble discriminación” que sufren las mujeres jóvenes en Honduras, una por su condición femenina, y otra, por su edad, y aseguró que muchas de ellas hacen un gran esfuerzo para formarse, pero no encuentran un empleo formal.
En su opinión, una educación basada en el respeto a la igualdad y la sensibilización tanto del entorno como de la sociedad para denunciar las agresiones contra las mujeres resultan primordiales para prevenir la violencia machista.
La falta de empleos, la discriminación, el machismo y otras barreras que hunde a las mujeres en la pobreza, desencadenan en que muchas de ellas acaben emigrando, añadió la activista.
DATO
Según datos del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, una mujer es asesinada cada 21 horas en el país y en esas circunstancias murieron 406 en 2019.