El exportador de cítricos, René Bendaña, aseguró hoy que unas 50,000 toneladas de naranja pueden salvarse si se sacan a tiempo, luego de ser inundadas por la tormenta tropical Iota.
El fenómeno natural ya se encuentra en El Salvador, rumbo al Océano Pacífico, pero dejó tras su trayectoria por Honduras, muerte, lluvias, damnificados y destrucción en el campo.
En ese sentido, el empresario comentó que “como producto de las inundaciones, el cultivo de cítricos no creo que haya sufrido tanto daño, a menos que los ríos se han llevado los árboles”.
Maduración
“No obstante, el fruto sí puede sufrir bastante daño si no se logra sacar de una manera eficaz y eficiente ya que la naranja piña cuando llega a un punto de maduración, se cae y eso provocaría una pérdida de unos 200 millones de lempiras en la próxima cosecha de no hacerse algo de inmediato”, advirtió.
“En Colón, donde está concentrada la mayor producción de cítricos en Honduras, puede haber unas 50,000 toneladas de naranja que estarían en mucho riesgo de perderse, en caso de no sacarla a tiempo”, reiteró.
“Otro factor determinante es el relacionado con las vías de comunicación que se encuentran practicamente destruidas en su mayor parte, de manera que, si no se logra exportar el producto a Guatemala, Nicaragua y El Salvador, entonces se perderá la cosecha”, señaló.
“El mercado interno no es suficiente para poder consumir toda la naranja que se produce en el país, pues el 80% del cítrico que se cosecha aquí se va hacia el exterior es decir a los otros tres países de Centroamérica””, explicó.