La depresión tropical Eta causó daños mínimos a la citricultura en la zona norte del país, aseguró el productor y exportador del rubro, René Bendaña.
Eta abandonó el país dejando en su trayectoria, muerte, destrucción, damnificados, cuantiosas pérdidas en el agro y en la estructura vial que incluiría unos 21 puentes destruidos y unas 100 carreteras dañadas. Mientras tanto, el gobierno empezó un plan de reconstrucción nacional con un aporte inicial de 1,200 millones de lempiras destinados a la infraestructura vial. Ahora se anuncia un huracán a partir de este día o mañana.
Bendaña aseguró que “las fincas de cítricos, entre ellos la naranja, limón y mandarina, por la naturaleza de su cultivo soportan mucha agua, el problema es que se han registrado severos daños en la infraestructura vial y es por eso que la gente no puede sacar su cosecha”.
“Además, los compradores no pueden llegar a las fincas e incluso muchas de éstas se encuentran inundadas y los agricultores no han podido sacar su producción”, expresó.
Sistemas
“En sí, el árbol de cítrico soporta bastante humedad, no obstante, la dificultad es que las quebradas se han llevado sistemas de riego y árboles de naranjas y otros frutos”, dijo.
“Pero en términos generales la citricultura no ha sido tan dañada como consecuencia de la depresión tropical, pero sí la parte comercial presenta serios problemas”, reiteró.
“Lo peor es que ya viene la otra tormenta (Iota), los productores todavía están damnificados por Eta y no han ido a trabajar, no hay corteros y ni siquiera fertilizantes”, lamentó.
“Lo anterior generó una reacción en cadena que vino a golpear muy fuerte no sólo la citricultura, sino que a la mayoría de los cultivos en Honduras”, señaló.
“Afortunadamente, la citricultura no es como el maíz o como el frijol que se pierden completamente, nosotros tenemos oportunidad de recuperar las fincas para poder seguir cultivando en bien del pueblo hondureño”, finalizó.