En octubre se disparó el índice de muertes violentas contra mujeres en una problemática que lejos de controlarse va ascenso, alertó la representante de la plataforma feminista, Neesa Medina.
“Octubre ha sido uno de los meses más violentos para las mujeres este 2021, la violencia contra las mujeres sigue en aumento”, lamentó Medina para luego referir que “hemos visto que los femicidios aumentan en cantidad, también en la saña; la tortura como se comenten estos actos violentos”.
Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) hasta octubre se han registrado cerca de 250 casos de mujeres y niñas víctimas de femicidios.
En un crimen reciente, una mujer fue asesinada ayer domingo en su vivienda en Corquín, Copán, occidente de Honduras, en un caso donde se sospecha de la pareja de la fémina.
El cuerpo de la mujer quedó dentro de la vivienda. Agentes policiales se apersonaron a la zona para iniciar con las primeras pesquisas del hecho violento. Personal de Medicina Forense realizó el debido reconocimiento y levantamiento del cadáver.
El Observatorio de Derechos Humanos de las Mujeres del Centro de Derechos de Mujeres (CDM), coincide que el patrón de las últimas semanas son asesinatos con arma de fuego, jóvenes y crímenes que no se investigan.
Neesa Medina explica que históricamente los departamentos de Cortés, Francisco Morazán y Atlántida han sido de mayor violencia contra las mujeres, sin embargo, este 2021 Olancho ha desplazado al departamento de Atlántida.
“Olancho está registrando más femicidios que Atlántida. Nos alarma porque no vemos que haya una redistribución de las medidas de seguridad o una respuesta a las denuncias, así como lo están teniendo los patrones de violencia”, indicó.
En Honduras cada 21 horas es asesinada una mujer de manera homicida. Es decir que, un promedio de 33 mujeres es asesinadas cada mes.
Las edades de estas muertes se encuentran entre los 15 y 29 años, el 52.2 por ciento de las muertes se registraron de crimen organizado, de ese total un 56.5 por ciento se cometieron en el contexto de sicariato, 11.7 por ciento asesinatos de familia y 7.8 por ciento por rapto y secuestro.