Los ingresos netos de Inversión Extranjera Directa (IED) recibidos por la economía hondureña sumaron 418.6 millones de dólares al cierre del 2020, inferiores en 79.5 millones (16.0%) con relación a lo recibido en 2019, informó el Banco Central de Honduras (BCH).
Las Utilidades Reinvertidas destacan como principal componente con un ingreso de 314.4 millones de dólares, seguido por el Otro Capital que registró un flujo positivo de 121.8 millones, vinculado a la recuperacion de créditos comerciales, reversando lo observado en 2019 cuando se registraron salidas netas por el otorgamiento de este tipo de créditos al exterior.
Por su parte, las Acciones y Participaciones mostraron un flujo negativo de 17.6 millones de dólares. La actividad económica con mayor recepción de inversión extranjera fue Servicios con 314.3 millones de dólares a causa de utilidades reinvertidas no distribuidas percibidas por empresas del sistema financiero y aseguradoras cuyas casas matrices están radicadas en el extranjero.
Le sigue la Industria de Bienes para Transformación (Maquila), que percibió ingresos netos por recuperación de cuentas por cobrar con filiales extranjeras (toda transacción de endeudamiento entre empresas se incluye en la categoría Otro Capital).
En tanto, la industria manufacturera presentó salidas netas por 165.3 millones de dólares debido cancelaciones de deudas hacia filiales extranjeras, principalmente del rubro de agroexportadoras, y la adquisición de activos por la inversión en títulos de deuda y préstamos a contrapartes externas.
Esas operaciones representan salidas de recursos o débitos. La información disponible por país denota que los Estados Unidos aportó el 59.2 por ciento del flujo de IED, en empresas de la Industria de Bienes para Transformación (Maquila), seguido de Colombia con el 37.3 por ciento y Guatemala el 17.3 por ciento, principalmente por recursos de las Actividades Financieras y de Seguros, en tanto que el resto de socios comerciales de América participaron con el 11.1 por ciento del total.
No obstante, el flujo de IED de estos últimos se vio contrarestado por reducciones netas en el patrimonio de inversionistas extranjeros procedentes de Europa (-22.9%) y de la Región Asia-Pacífico (-2.0).