Primicia Honduras Diario Digital 
Los sectores económicos y sociales abogan por un diálogo que lleve a la normalización del país, luego de que el transporte se ha tomado calles y carreteras exigiendo al gobierno una rebaja de 20 lempiras en el impuesto de los combustibles.
Las tomas de carretera organizadas por el sector transporte están obligando a paralizar obras, el comercio e impidiendo que miles de hondureños reciban atención médica.
“Para nosotros esto es grave porque estos paros de transporte significan que tenemos que paralizar obras y seguir pagando empleados; no podemos abastecer otros proyectos de materiales y esto genera pérdidas para las constructoras”, indicó el representante de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), Gustavo Boquín.
“Nosotros empleamos a más de 250 mil personas y a diario tienen que desplazarse a sus centros de trabajo”, dijo tras señalar que las pérdidas por el paro del transporte ya suman unos 100 millones de lempiras, por lo que -destacó- el sector transporte debe ser coherente, abierto al diálogo.
“Sabemos que es una lucha noble, pero el fin no justifica los medios; necesitamos sentarnos a dialogar, pero para que haya un diálogo las partes tienen que estar dispuestas a ceder, a llegar a un entendimiento”, manifestó Boquín.
El sector productivo agrícola también resiente los atrasos que causan las tomas de carreteras porque ocurren en momentos en que los campesinos están sembrando granos básicos y abonando sus cultivos, y otros están preparándose para la siembra de postrera.
“Nos están haciendo daño, no solo a nosotros los productores, sino también a la sociedad hondureña en general; están paralizando el país un solo rubro que es el transporte. Pónganse la mano en la conciencia”, señaló el representante del sector productivo, Juan Carlos Urquía.
El productor hizo un llamado al Gobierno y a los transportistas para que logren un acuerdo y el país regrese la normalidad.
El representante de organizaciones de discapacitados, Juan Carlos Castro, recordó por su parte la vulnerabilidad de las personas con capacidades especiales, que se agrava cuando hay paros del transporte.
