El embarazo es una etapa en la que se deben extremar los cuidados, para garantizar el bienestar de la futura madre y el desarrollo del bebé.
Cuando suceden eventos astronómicos como el del próximo 20 de enero, se presentan muchas interrogantes sobre los efectos que estos pueden tener sobre los humanos.
Muchas mujeres en cinta, comienzan a ser objeto de muchas recomendaciones populares sobre lo que no se debe hacer y advertencias para resguardarse de la influencia lunar.
¿Qué de cierto tienen estas recomendaciones? ¿Puede realmente un eclipse o fenómeno como la luna roja afectar a nuestro bebé?.
Muchas de las creencias, surgieron porque, sin tener una forma científica de determinar por qué ocurren ciertos fenómenos naturales, tradicionalmente se recurre a explicaciones ‘mágicas’.
Estas antiguas creencias o mitos también forman parte de nuestra acervo cultural, pero a veces producen privaciones y angustias, y es importante tener en cuenta que aunque tienen buenas intenciones, no tienen base científica.
Eso no significa que no debemos escuchar a quienes nos piden que evitemos un riesgo o un peligro, especialmente si se trata de la abuelita, la tía o, incluso, tu mamá.
Porque seguro que no lo dicen para hacernos sentir mal, sino para compartir algo que a ellas les sirvió en su momento. Además ¡son muy entretenidas!
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Algunas de las advertencias más populares:
- Manchas en la piel:
Hay quienes creen que las manchas rojizas y lunares en los recién nacidos, podrían ser consecuencia de que la madre en gestación, observó una luna de sangre o un eclipse.
Las manchas rojas, no tienen relación con ese espectáculo celeste. Su nombre científico es hemangioma. Se trata de dilataciones capilares que cuando son muy grandes toman la forma de una mancha rojiza.
En cuanto a los lunares o manchas de color oscuro, estos se deben a alteraciones genéticas y sus dimensiones pueden ser una señal de alerta para los médicos, pues pueden indicar otras enfermedades
- Labio leporino
Los aztecas creían que un eclipse era un mordisco en la cara de la luna. Si una madre lo veía, le ocurriría lo mismo a su bebé.
Para protegerse, según este mito, hay que llevar algo metálico, por ejemplo, un imperdible en la ropa interior.
Aunque se trata de un mito muy bello, lo cierto es que el labio leporino se produce por una mezcla de factores genéticos y medioambientales que nada tienen que ver con los planetas.
Sin embargo, si has escuchado decir estas advertencias a tus familiares durante generaciones ¡es claro que no desees arriesgarte a salir al exterior durante un eclipse!
- Alteración hormonal:
Aunque no existen pruebas médicas, algunos científicos creen que la cantidad de agua que contienen nuestro cuerpo, podría verse alterada por los fenómenos celestes que protagonizan la luna y la fuerza de atracción que esta ejerce.
Así, aseguran que estos pueden ser causantes de insomnio, estrés, incluso estados delirantes. Incluso algunos expertos hablan de repercusión en las hormonas que influyen en los ciclos de fertilidad de las mujeres.