El Gobierno de los Estados Unidos, a través de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), donó otros 160 ventiladores para apoyar la respuesta de Honduras ante la crisis causada por el COVID-19.
Estos ventiladores, fabricados en Estados Unidos, son equipos médicos altamente especializados y parte esencial del manejo de pacientes en cuidados intensivos para ayudarles a respirar mientras luchan contra el virus. Además, USAID ya está brindando entrenamiento profesional necesario para el uso adecuado de los 210 ventiladores donados hasta la fecha.
La USAID también está financiando la construcción de laboratorios de virología en Cortés, La Ceiba y Copán para expandir la capacidad de realizar pruebas de COVID-19 y aislar a tiempo a las personas contagiadas. La USAID también trabaja con la Secretaría de Educación para beneficiar alrededor de 1.6 millones de estudiantes a nivel nacional con recursos para su educación a distancia; y ha colaborado en el desarrollo e implementación de protocolos de bioseguridad para que empresas esenciales puedan funcionar sin arriesgar la salud de sus empleados o clientes.
Por más de medio siglo, los Estados Unidos ha sido el mayor contribuyente a la seguridad sanitaria mundial y la asistencia humanitaria. Estos ventiladores son un ejemplo del espíritu de solidaridad estadounidense mientras se lucha contra el COVID-19 junto con nuestros países hermanos alrededor del mundo.
La USAID es la Agencia del Gobierno de los Estados Unidos que ha trabajado por casi 60 años con el gobierno y pueblo de Honduras. Los programas de la USAID han contribuido en la reducción de la pobreza y la creación de oportunidades para los hondureños a través de programas de salud, educación, crecimiento económico sostenible, protección del medio ambiente, desarrollo de infraestructura, gobernabilidad y democracia.