El Tribunal Supremo de EE.UU. autorizó a las autoridades federales detener a inmigrantes con antecedentes penales en cualquier momento y que los retengan indefinidamente hasta su deportación, incluso si cumplieron su condena hace años.
Con esta decisión, tomada tras una votación de 5 a favor y 4 en contra, el tribunal de mayor autoridad de EE.UU. dio la razón al Gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump.
Además, avaló la detención sin fianza de inmigrantes que han sido liberados de la custodia federal, sin especificar límites de tiempo.
El caso, presentado por residentes permanentes legales que cometieron un delito en el pasado, llegó al Supremo después de que una corte de menor instancia dictaminase que el Departamento de Seguridad Nacional no podía detener a inmigrantes que cumplieron su condena varios años antes.
En esa ocasión, el Tribunal del Noveno Circuito de Apelaciones falló que el Gobierno podía detener sin fianza solo “inmediatamente después de su liberación de la custodia penal”.
El fallo del Supremo, de mayoría conservadora el polémico ingreso en él del juez Brett Kavanaugh, coincide con una etapa en la que el Gobierno estadounidense ha adoptado una postura rígida para hacer cumplir las leyes de inmigración.
Pese a que es difícil determinar la cantidad de personas que se verán afectadas por esta decisión judicial, el Gobierno tiene a diario a unos 30.000 inmigrantes en su custodia mientras determina si deben ser deportados o no.
Tras conocerse la resolución del Supremo, varias organizaciones civiles, como la Unión de Libertades Civiles de EE.UU. (ACLU), lamentaron que el tribunal haya optado por una “interpretación extrema” de las leyes de inmigración.