Un dramático rescate realizó esta mañana el Cuerpo de Bomberos en colaboración con pobladores, en auxilio de dos obreros que quedaron atrapados en un alud de tierra en el sector Las Acacias, colindante con la colonia El Carrizal, en el extremo norte de Tegucigalpa.
Uno de los obreros, José Valle, fue rescatado de inmediato, sin embargo, otro compañero identificado como José Martín Ramírez Juanes (52) recibió golpes internos, entre sintomas de asfixia. Afortunadamente los bomberos lograron estabilizarlo con una banda térmica, suero y oxígeno, mientras extraían cantidades de tierra que cubrían su cuerpo en un operativo que se extendió por más de dos horas.
Los familiares llegaron al lugar, hicieron una oración, mientras en un extremo los bomberos se encargaban del rescate. “Quien tiene la última palabra es mi padre Dios, mi hermano menor saldrá vivo de esta y contará la misericordia de Dios. Su palabra dice que no hay nada imposible”, dijo María Cristina Ramírez, una mujer con una fe inquebrantable deesas que mueven montañas.
Fue así que a las 10:30 de la mañana, José Martín Ramírez Juanes, después de la impactante oración de su hermana mayor, fue rescatado sano y salvo y llevado con vida hasta la sala de emergencia del Hospital Escuela.
“Permeneció soterrado bajo cinco metros de tierra, esto ealmente fue un verdader milagro”, dijo un elemento del Cuerpo de Bomberos que participó en la operación, mientras eran ovacionados con aplausos y gritos de felicidad por el heroico rescate. “Todo se lo debemos a Dios, porque siempre va delante de nosotros”, reconoció el joven bombero.
El accidente aconteció a las 7:00 de la mañana cuando los trabajadores estaban construyendo una casa en una zona inestable, pero se les vino abajo el terreno en forma repentina.
Es el tercer accidente de trabajo que se registra en menos de un mes, hace dos semanas, fueron rescatados dos obreros que quedaron atrapados tras ceder una pared de una construcción en San Pedro Sula, norte de Honduras.
Mientras, a finales de abril, dos jornaleros fallecieron a causa de lesiones internas provocadas por la caída de escombros en Sabanagrande, en el extremo sur de Francisco Morazán.