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TEGUCIGALPA. Honduras mantiene un considerable déficit en materia social, que comprende los indicadores de pobreza desigualdad, desempleo, sub-empleo, inseguridad y bajos niveles educativos.
De acuerdo con un estudio del Foro Social de la Deuda Externa (FOSDEH), este desbalance requiere de la inmediata formulación, revisión y ejecución de políticas públicas integrales enfocadas en la atención de los principales problemas socio-económicos.
Una mirada a la situación del país, refleja que el caso más visible del desmejoramiento de las condiciones de la población es la pobreza persistente.
Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), indican que entre 2001 y 2017 la pobreza se incrementó en 30 por ciento. Hace 16 años, el número de personas en condiciones de desigualdad social relativa y extrema era de cuatro millones 600 mil, pero el año pasado creció a seis millones.
Los análisis realizados por el FOSDEH, ponen al descubierto que los hogares pobres en Honduras llegaban a 786 mil en 2001, una cifra que se elevó hasta un millón 300 mil grupos familiares en 2017.
A medida que ha crecido la población, la pobreza presenta esa misma tendencia, pese a que en la última década fueron adoptados diversos planes y ejecutado excesivos recursos para revertir este flagelo, concluyen diversos especialistas.
Una de las críticas capitales que se han hecho a las políticas de manejo de la pobreza es que son puramente asistencialistas; además, los gastos en otros renglones como defensa y seguridad han ido en desmedro de la inversión social efectiva.
Elemento crítico
En torno a este elemento crítico, una publicación del Foro Social de la Deuda Externa revela que, entre 2002 y 2018, el Presupuesto de Defensa ha ido desde 897 millones hasta siete mil 900 millones de lempiras.
Esta diferencia medida en un lapso de 17 años, representa un crecimiento de 800 por ciento en la asignación de fondos para la operatividad de la cartera de Defensa.
En el área de Seguridad, los recursos asignados han reportado un crecimiento de 500 por ciento. En 2002, el plan aprobado fue de un poco más de mil millones de lempiras y para 2018, se programó una línea de 6,500 millones.
Incluso, cuando se compara la evolución de las asignaciones presupuestarias de las dos materias, se observa que desde 2014 los recursos destinados a Defensa son superiores a los asignados a Seguridad.
Organismos especializados de la sociedad civil y expertos promotores de un pacto fiscal, insisten en que la distribución de recursos del país no es democrática.
Se trata de una práctica que tendría que revertirse con base en una planificación estratégica de desarrollo de Honduras y en sintonía con las necesidades de la población.
