Ciudad de México. La agricultura es una actividad de suma importancia y durante la pandemia ha adquirido mayor relevancia debido a que no ha parado la producción de alimento pese a que muchos otros sectores se encuentran en confinamiento para reducir el riesgo de contagio.
Satisfacer la necesidad de alimentación de un país o del mundo entero es una labor que debe reconocerse y Syngenta, empresa líder a nivel mundial en soluciones para el campo, en conmemoración del Día Mundial de la Agricultura, hace un llamado para mirar hacia el campo, destacar el trabajo de los agricultores y promover el desarrollo y la innovación que garanticen la continuidad de su trabajo y la disponibilidad de alimento en las décadas venideras.
La creación de este Día Mundial, responde a la necesidad de exponer las dificultades a las que se enfrentan los agricultores día a día para ofrecer a los consumidores los mejores productos y centrar la atención en la necesidad de crear mecanismos que contribuyan a enfrentar los factores que afectan a los cultivos, tales como el cambio climático, las plagas o las enfermedades.
De acuerdo con la Secretaría de Salud, en el país hay alrededor de 2.2 millones de personas jornaleras agrícolas, y junto con sus familias son 5.9 millones. Una cuarta parte de ellos son parte de pueblos indígenas. De ellos, 30 por ciento son personas que salen de sus lugares de origen, caracterizados por ser comunidades indígenas, campesinas y en pobreza extrema. Ellos y ellas migran temporal o definitivamente de sus hogares para trabajar en labores de cultivo y en las cosechas de los alimentos que todos comemos y de lo que en el campo mexicano se dispone para la exportación, subrayó.
Montserrat Benítez, Directora de Asuntos Corporativos de Syngenta, señala que la tecnología aplicada cultivos es uno de los caminos a seguir para combatir el rezago del campo, mejorar las condiciones, sobre todo, de los pequeños agricultores a través del incremento de la productividad de sus parcelas, la protección de su siembra y la reducción del tiempo que dedican al trabajo.
“Alcanzar el desarrollo del campo al mismo tiempo que se apoya a los agricultores, se protege a la naturaleza y se cumple con las necesidades alimentarias de la población es uno de los grandes retos que afronta el planeta entero y, al igual que en muchos otros rubros, la innovación es la ventana que se abre en una era donde el desarrollo tecnológico es primordial en casi todos los aspectos cotidianos”, señaló Montserrat Benítez.
Según cifras del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) los efectos de la crisis por covid-19 se reflejarían en la pérdida de 20 por ciento de empleos del sector agroalimentario, es decir, alrededor de 14 millones de puestos. Ante esos números, es urgente reactivar la cadena productiva y ayudar a que los agricultores estén en capacidad de continuar su producción.
Una de las interrogantes que Syngenta contribuye a resolver, es cómo hacer que la tecnología esté al servicio del agricultor y ello repercuta en el beneficio de las comunidades a las que pertenecen. “La meta de construir un futuro sostenible para productores a partir de la innovación busca, por ejemplo, continuar con la generación de semillas híbridas necesarias para satisfacer la demanda, además del acompañamiento a las poblaciones objetivo y contribuir a eliminar la pobreza en las comunidades de campesinos e indígenas más pobres, un objetivo que no es exclusivo de Syngenta”, acotó Montserrat Benítez.
La visión debe centrarse en aprovechar el conocimiento que se posee sobre la agricultura, el entendimiento de los agricultores y sus necesidades para desarrollar tecnologías flexibles que conduzcan a una mayor productividad de la tierra con el menor impacto ambiental posible a través de protección de cultivos, el seguimiento de los más altos estándares de calidad, el correcto uso y manejo de las soluciones agrícolas, y la creación de valor para los productores.