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TEGUCIGALPA. Hoy se conmemora el Día del Periodista hondureño, celebración instituida como un reconocimiento del papel de la prensa al servicio de la sociedad.
Hoy más que nunca es importante reconocer que los medios de comunicación destacan un papel importante en el desarrollo de los comunicadores que se esfuerzan por transmitir la verdad y hasta ponen en riesgo la propia vida y la de sus familias.
Como periodistas comprometidos con la verdad y defensores y defensoras de los derechos humanos, esta fecha llama a la reflexión, pues no se puede celebrar cuando se cierran medios de comunicación, periodistas perseguidos desde la institucionalidad y sobre todo el asesinato de periodistas y comunicadores sociales que permanecen en la impunidad.
Sumado a ello, esta celebración se da en medio de zozobra, peligrosidad, angustia y de terror, porque hay un nuevo Código Penal que criminaliza a la prensa. Es en este ambiente adverso que los periodistas hondureños festejan hoy su día.
“Eso nos preocupa porque atenta contra la libertad de expresión y de información”, advirtió Carlos Ortiz, presidente de la Asociación de Prensa Hondureña (APH).
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Agrado de unos, rechazo de otros
La labor de los periodistas y de la prensa siempre ha sido del agrado de unos y del rechazo de otros. Silenciarlos o controlarlos mediante amenazas, agresiones, corrupción y legislaciones mordazas es una constante que obliga a los obreros de la comunicación a plantearse una autoevaluación sobre lo correcto, lo ético y lo inmoral en el ejercicio de una profesión que tiene como finalidad alumbrar los diferentes escenarios que posee la sociedad.
Diferentes sectores consultados consideran que los retos del periodismo en estos momentos pasan por la recuperación de los principios tradicionales de la profesión, por una lucha contra aquellas leyes que atentan contra las libertades de prensa, de información y de expresión; y en cómo enfrentar el mundo digital.
El periodismo es sin duda “el mejor oficio del mundo”, tal como lo afirma Gabriel García Márquez (Premio Nobel de Literatura y presidente de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano).
Es capaz de transformar a una sociedad a través del poder de la comunicación que permite a las personas estar informadas de lo que acontece y sirve de guía para la correcta toma de decisiones. Más que una profesión, es un compromiso con la sociedad y justamente por el derecho que tiene el pueblo de estar correctamente informado.
