El Día de la Madre reactivó el comercio hasta en 200 por ciento, entre la creatividad de comerciantes y emprendedores y una masiva afluencia de compradores pese a la crisis que se registra por impacto de la pandemia del COVID-19.
La celebración este año resultó concurrida contrario al año pasado cuando imperaba un toque de queda a nivel nacional para evitar contagios. “Hubo venta loca de flores”, dijo Osiris López, administradora de una pequeña floristería en el mercado Las Américas en Tegucugalpa.
Comerciantes recurrieron a su ingenio y creatividad para atraer clientes con entregas a domicilio.
Los incrementos en ventas varían de acuerdo con el rubro, algunas empresas registran repuntes de un 100 por ciento y otras hasta de 200 por ciento en relación a días normales.
Empleados de reposterías trabajaron horas extras para elaborar los pedidos y apartados en un ambiente donde es común observar filas afuera de estos negocios, mientras en las calles hijos cargan pasteles para llevarle a la mujer que los trajo al mundo.
Los establecimientos comerciales y tiendas ya lucen adornadas con mensajes alusivos a la celebración con atractivos descuentos con el objeto de atraer clientes.
Se reactivaron los viajes a los pueblos para reunirse en familia y visitar los cementerios para adornar o hacerle mejoras a las tumbas, incluso llevar serenatas en el caso de quienes no tienen a su madre viva.
Esta actividad provocó movimiento en el sector transporte interurbano y el comercio. Muchos restaurantes también reactivan sus ventas en esta fecha, incluso algunos se ven obligados a atender solo con reservaciones.