Las autoridades de Migración de Honduras detuvieron a 22 niños, un bebé de nueve meses y 17 adolescentes que iban a salir del país sin permiso de los padres en la caravana de migrantes hondureños, que pasó el punto fronterizo de Agua Caliente con rumbo a Esquipulas, Guatemala.
La titular de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia (Dinaf) de Honduras, Lolis María Salas, explicó que como entidad garante de los derechos de los menores y adolescentes se les da protección integral junto con otras instituciones del Estado, pues se reconoce la libertad de migración y movilización, pero enmarcados en la ley.
Los agentes de la Policía Nacional Civil que se habían colocado en fila para impedirles el paso por la frontera dejaron entrar finalmente a la “caravana de migrantes” a Guatemala.
No obstante, como a unos 15 kilómetros del punto fronterizo, los agentes y los antimotines se atravesaron en la carretera, mientras un helicóptero del Ejército de Guatemala descendió a unos metros.
El gobierno guatemalteco había anunciado el domingo que les impedirían el paso si estos hondureños no cumplían los requisitos legales, asegurando que el fin era no promover ni respaldar la migración irregular en ninguna de sus formas.
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El Código Migratorio establece el derecho a emigrar siempre y cuando se respete y se cumpla con la legislación nacional e internacional, de la cual Guatemala es parte.
El sábado recién pasado, un grupo de hondureños atendió el llamado del exdiputado del partido de izquierda Libertad y Refundación (Libre) Bartolo Fuentes, para “huir de la situación del país”.
El mismo fin de semana, la Cancillería de México les advirtió que para entrar a ese país era necesario que portaran todos los documentos de ley.
Mientras la Embajada de Estados Unidos les pidió “no dejarse engañar por quienes usan a sus compatriotas con falsas promesas”.
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