Ante la propagación de la pandemia de COVID-19 y la creciente necesidad de brindar asistencia a la población migrante, representantes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja en Honduras hacen un llamado para que los derechos y necesidades de las personas migrantes sean reconocidos, respetados y atendidos aun en estos momentos excepcionales.
Para el Movimiento Internacional de la Cruz Roja, la respuesta a la COVID-19 se debe adaptar a las circunstancias específicas de las personas migrantes más vulnerables. Las necesidades de las poblaciones en movimiento son cambiantes en torno al contexto, para el caso de la actual pandemia COVID-19, se han identificado nuevas necesidades como el acceso a la información, medidas de autocuidado, apoyo psicosocial, equipo de protección personal, entre otras.
“Brindar la debida protección a las personas migrantes, seguirá siendo parte de las acciones humanitarias que desarrolla la Cruz Roja Hondureña”, expresó el Ing. José Juan Castro H., presidente Nacional de Cruz Roja. “Cruz Roja Hondureña en su rol de auxiliar de los poderes públicos en acciones humanitarias, no ha dejado de lado la atención a las poblaciones en movimiento, atendiendo a los hondureños migrantes retornados y migrantes en tránsito, aún en estos tiempos excepcionales”, señaló el Presidente de la Cruz Roja Hondureña.
La Cruz Roja Hondureña, con el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y de la Federación Internacional de las Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y Media Luna Roja (IFRC), ha estado en la primera línea de respuesta ante la pandemia de COVID-19, sin descuidar en ningún momento las otras acciones que desarrolla en el país para, de esta manera, tratar de asegurar que ninguna persona es dejada atrás, trabajando desde hace muchos años en la asistencia a los migrantes y las comunidades de tránsito y acogida.
Para los representantes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja, las restricciones de circulación y las medidas fronterizas de emergencia deben respetar el derecho internacional. No pueden ser discriminatorias y deben ser necesarias, proporcionadas y razonables en relación con el objetivo de proteger la salud pública. Además, no se debería forzar a las personas migrantes a regresar a sus países de origen si manifiestan que su vida e integridad física/psicológica estarían en riesgo con el retorno.
“Es importante fortalecer los planes de respuesta para toda la población migrante, tanto retornada como en tránsito, que se encuentre en centros de aislamiento temporal como albergues y aquellos fuera de estos espacios que afrontan condiciones de vulnerabilidad como resultado de haber quedado varados por la pandemia”, señaló Karim Khallaayoun, jefe de Misión del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para Honduras. “La ayuda humanitaria para la supervivencia y el acceso a mecanismos de protección para esta población debe estar garantizado, así como la continuidad de estos servicios”, resaltó el representante del CICR.
En medio de la pandemia, el Movimiento Internacional de la Cruz Roja ha venido prestando asistencia a los migrantes retornados como en tránsito a través de atención primaria en salud, alimentación y agua, llamadas telefónicas gratuitas por medio de su programa de Restablecimiento del Contacto entre Familiares, apoyo psicosocial y jornadas formativas, tanto a personal de los albergues como a la población migrante, coordinando sus acciones con las autoridades bajo los convenios establecidos con el Instituto Nacional de Migración (INM) y la Secretaria de Relaciones Exteriores (SRECI).
Asimismo, los diferentes componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja monitorean las necesidades de protección de las personas migrantes y tienen un diálogo constante con las autoridades con el fin de promover el pleno acceso a derechos de esta población.
Los componentes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja para Honduras instan a las autoridades a que dentro de la respuesta a la población migrante se pueda facilitar alojamiento u hogares de emergencia adecuados donde se puedan aplicar las medidas de prevención y control de infecciones (sin obstáculos relacionados con su condición migratoria), priorizando a las personas cuyo estado de salud física las haga más vulnerables a las complicaciones derivadas de la COVID-19.
“Para nosotros como Movimiento Internacional de la Cruz Roja lo principal es salvar vidas y que se respete la dignidad de las personas migrantes”, añadió Nelson Aly, Jefe del Clúster de la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC) para Centroamérica. “Se debe garantizar que las personas migrantes reciban un trato humano y protección contra la estigmatización y la violencia”, finalizó el señor Aly.
Los representantes del Movimiento Internacional de la Cruz Roja en Honduras se ponen a disposición para apoyar con el desarrollo de respuestas eficaces a la COVID-19 con la debida consideración de las vulnerabilidades y las necesidades de protección específicas de las personas migrantes, incluidas las que transitan por el país, bajo el imperativo de contribuir a proteger la salud pública y garantizar el respeto de los derechos individuales.