El impacto de la pandemia de la covid-19 y la epidemia del dengue han evidenciado “la precaria situación” de los derechos humanos (DDHH) de la mayoría de la población de Honduras, expresó el Comisionado hondureño de Derechos Humanos, Roberto Herrera.
Conmemoramos el “Día Nacional de los Derechos Humanos”, luchando contra la pandemia del COVID-19 y la epidemia del Dengue que nos mantienen en una emergencia sanitaria que, a la vez, es una crisis de seguridad humana y de derechos humanos y una crisis económica, lo que pone de manifiesto fragilidades y desigualdades muy graves”, indicó el Defensor del Pueblo Roberto Herrera Cáceres.
Herrera Cáceres, condenó nuevamente los actos de corrupción del pasado y los que se están constatando en ocasión de la pandemia y la epidemia, incluyendo la especulación ilícita en productos de la canasta básica, medicamentos esenciales, pruebas COVID-19 e insumos de bioseguridad. Precisó que quienes han sido más perjudicados son siempre las personas que viven en situación de pobreza y son víctimas del hambre, la desigualdad y la discriminación.
El Ombudsman instó al respeto y cumplimiento del derecho a la salud con enfoque basado en los derechos humanos, tanto por las autoridades como por personas particulares; y a apoyar real y solidariamente a todos los municipios, complementando oportunamente sus esfuerzos y recursos en la lucha contra la COVID-19 y el Dengue, y a fortalecer la atención primaria en salud.
La falta de efectividad expuesta en el goce de los derechos humanos solo puede solucionarse progresivamente con el inicio de una reconstrucción transformadora e innovadora conducente al desarrollo sostenible y bienestar de la población en situación de pobreza o en condición de vulnerabilidad, precisó Herrera Cáceres.
“Es imperativo realizar esa transformación, avanzando hacia una “nueva normalidad”, la cual debe ser guiada hacia el logro de los objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas que es instrumento de planificación y cumplimiento de derechos humanos y vía conducente a un real Estado democrático de derecho, en donde el ejercicio de todo el poder público, por la institucionalidad, esté dirigido exclusivamente a proteger, promover y respetar la dignidad humana y la justicia social, en Honduras”, expresó el Defensor del Pueblo.
La sociedad debe integrarse en los procesos que contribuyan a generar cambios y oportunidades de seguridad humana y desarrollo sostenible, tal y como se ha venido impulsando exitosamente, desde el 2016, en 36 municipios, a los cuales se han agregado 18 más en este año, en los 18 departamentos. Comunidades municipales que se han empoderado de la “Estrategia de Seguridad Humana para el Desarrollo Local Sostenible “Municipios de Bienestar Solidario”, impulsada por el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos.
Bajo este modelo propio hondureño se construye una sociedad más solidaria y educada en cultura democrática y derechos humanos, como fuentes seguras de generación de fuerzas vitales para construir una Nación propia nuestra, en la cual cada una y uno valga por lo que es y lo que lícitamente intente lograr para sí mismo y su familia, con el respeto y comprensión de los demás, y posibilidades de hacerlo, provenientes del Estado y la sociedad.
Explicó que ello es posible con voluntad determinada de contribuir a que cada quien viva su propia dignidad, es decir sus derechos humanos, en un ambiente de seguridad humana que nos libere del temor de la violencia y de la pobreza, y conduzca al bienestar, mediante el mejoramiento progresivo de las condiciones de vida.
El Defensor del Pueblo Roberto Herrera Cáceres, llamó, como ciudadanas y ciudadanos libres y soberanos, a unirse para hacer posible la transformación pacífica ininterrumpida y por la vía de la seguridad humana y del desarrollo sostenible, lograr un orden nacional de dignidad humana y justicia social, en el cual, con nuestra participación activa, prevalezca la paz, la democracia, la libertad y el bienestar, para todas y todos, sin exclusión ni marginación alguna.