El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, lamentó la decisión personal de Juan Jiménez Mayor de renunciar a la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) y demandó de la institucionalidad del Estado mayor firmeza en la lucha contra la corrupción y la impunidad
El ombudsman hondureño lamentó que se haya producido esa situación, no obstante, valoró el aporte y la contribución que hizo Jiménez Mayor al país, durante su gestión al frente de la MACCIH.
Agregó que el convenio entre Honduras y la Secretaría General de la OEA, en la lucha contra la corrupción e impunidad, sigue vigente y que debe ser aplicado integralmente y con la determinación de lograr los resultados esperados.
El Defensor del Pueblo ve con suma preocupación, que la MACCIH no cuente con los recursos ni con la autonomía funcional y presupuestaria, necesaria para actuar como necesita una institución que busca la finalidad para la cual fue creada.
“Es necesario que la Secretaría General de la OEA descentralice el presupuesto y que esa autonomía, que se reconoce en el convenio, sea fortalecida para el desempeño pleno de sus funciones”, acotó.
No obstante, indicó que Honduras tiene que hacer énfasis en su responsabilidad principal y que el sistema de Justicia evidencie sus propios progresos, capacidades y determinación de investigar, controlar y sancionar la corrupción y bajar progresivamente la impunidad en el país.
Es el momento de demostrar que esa independencia, de cada una de las instituciones, dé los resultados esperados por parte de la población, en cuanto a combatir efectivamente la corrupción e impunidad en el país, puntualizó.
Declaró que la renuncia de Jiménez Mayor se debe más a un problema interno en cuanto a la administración y la gestión de la Misión, entidad que necesita contar con una asistencia internacional de calidad, pero sustentada en bases financieras que le permitan el desempeño de todas sus funciones con plena independencia y autonomía.
Reconoció que Honduras, ya recibió los primeros frutos de la presencia de la MACCIH, durante casi dos años.
Ahora le toca al Ministerio Público, a la Corte Suprema de Justicia, al Tribunal Superior de Cuentas y a las instituciones que han recibido su asistencia técnica, contribuir con sus investigaciones a impulsar la lucha contra la corrupción e impunidad y no sentarse a esperar que nuevamente venga la cooperación internacional para hacer lo que siempre debieron haber hecho.
Sostuvo que el cambio de personas, cuando se debe a razones ajenas a la voluntad nacional y principalmente a problemas internos dentro de organizaciones internacionales, no deben desviarnos dentro del objetivo fundamental que es la lucha contra la corrupción y la impunidad.
Reiteró que el convenio entre Honduras-Secretaría General OEA sigue vigente y debe aplicarse integralmente con determinación, para lograr los resultados esperados.