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El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos, Roberto Herrera Cáceres, instó este martes a los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, a fortalecer el sistema de justicia penal, para asegurar un control social punitivo, institucionalizado, funcional, eficaz y duradero.
La excitativa fue hecha luego de conocer la fuga o evasión de varias personas privadas de libertad en la Penitenciaría de Támara y otras cárceles del país.
Recordó que estos establecimientos son de seguridad y defensa de la sociedad en general, con la finalidad de facilitar la rehabilitación del privado de libertad, prepararlo para el trabajo honrado y procurar su reinserción en la sociedad.
“Estos aspectos resultan negativamente afectados por las fugas realizadas, las cuales deben ser investigadas, en todo su alcance e implicaciones, para determinar, juzgar y sancionar eventuales actores implicados, y tomar medidas para evitarlas en el futuro”, declaró.
El Ombudsman hondureño considera que la respuesta a esta situación, si bien debe atenderse con medidas de urgencia, aplicables inmediatamente, es necesario que se articulen de manera ordenada con otras en curso hacia el fortalecimiento del sistema de justicia penal, que realizan los poderes públicos, con participación social.
Indicó que esas medidas deben vincularse racionalmente con acciones para mejorar las condiciones de seguridad y funcionamiento de los establecimientos penitenciarios, centros pedagógicos de rehabilitación y reinserción social o resocialización de los privados de libertad y menores en colisión con la ley, así como la depuración y certificación de policías, y la transformación de la Policía Nacional.
Destacó que, en la actualidad, el Poder Judicial trabaja en relación con otros aspectos del sistema de justicia penal, como la mora, la certificación de operadores de justicia, jueces anticorrupción, justicia penal juvenil, reactivación de la Comisión Interinstitucional de Justicia Penal.
También hizo referencia al trabajo que realiza el Ministerio Público en su lucha contra la corrupción e impunidad, con la cooperación de la Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad de Honduras (MACCIH).
A los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como al Ministerio Público y a la sociedad, les instamos a complementar esfuerzos para lograr ordenadamente fortalecer el sistema de justicia penal, dijo el ombudsman hondureño.
Puntos ciegos o ciegos en los puntos
Diversos sectores se han preguntado si en los centros penitenciarios hay puntos ciegos o hay “ciegos” en los puntos, por donde pasan los privados de libertad que se dan a la fuga.
Lo cierto es que, en los últimos años, diversos centros de privados de libertad se han convertido en escenario de fugas individuales y colectivas.
El ente estatal de derechos humanos lamentó la facilidad con que se fugan privados de libertad de alta peligrosidad, principalmente de la Penitenciaría Nacional, donde la semana, recién pasada, se fugaron más de una docena de reos peligrosos, lo que ha generado alarma entre la población.
Los eventos de fugas no son nuevos en el país, para el caso, entre 1999 y el 2004 se fugaron 436 privados de libertad -de los 24 centros y granjas penales del país- de los cuales 94 (22%) se escaparon de la Penitenciaría Nacional.
En ese mismo período fueron recapturados 134 personas, lo que indica que cerca del 70% de los fugados se quedaron con condición de prófugos de la justicia.
Fugas acompañadas de muertes violentas
El 28 de febrero de 2009, la cárcel de Nacaome fue escenario de la fuga de cinco internos en el que resultaron muertos 2 policías mientras que otro resultó con heridas de gravedad
El 17 de junio de 2009, se registró, en el Centro Penal de San Pedro Sula, la fuga de 18 personas que se escaparon por un túnel de los cuales siete fueron encontrados muertos en un lapso aproximado de 45 días.
La fuga de reos continuó siendo una constante en los centros penales, sólo en el 2011, el CONADEH registró diez hechos en el Penitenciaría Nacional.
Entre el 2013 y el 2017, los centros penales de San Pedro Sula, Juticalpa, La Ceiba, El Porvenir, Santa Bárbara, Tela, Choluteca y la Penitenciaría Nacional fueron escenario de más fugas.
Para el caso, el 19 de junio de 2014, al menos, 5 privados de libertad, entre ellos el responsable de la muerte del periodista Georgino Orellana logró darse a la fuga de la Penitenciaría Nacional. Un mes después hicieron lo mismo 8 reos del mismo centro penitenciario.
Hasta ahora, los centros de privados de libertad han sido escenario de diferentes hechos que van desde muertes violentas, heridos, fugas, enfrentamientos entre internos, introducción de armas de fuego, granadas, drogas, licores y celulares.
A lo anterior se suma la carencia de los medios de rehabilitación, el desentendimiento del Estado sobre su responsabilidad con los privados de libertad y la introducción de armas, drogas y licores como parte de la corrupción.
Una preocupación constante del CONADEH es que el régimen disciplinario, en los centros de privados de libertad, está en manos de los internos, situación que ha generado riñas y dejado como saldo la muerte de decenas de personas.
