Personal de la Secretaría de Salud arrancó esta mañana en el Polideportivo de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) en Tegucigalpa, también en San Pedro Sula y en Olancho, la tercera jornada de vacunación del personal de primera línea con las 3 mil vacunas rusas Sputnik V que llegaron de Moscú la semana pasada.
Las inyecciones serán aplicadas en una cantidad de 890 dosis para la Región Metropolitana de San Pedro Sula en la zona norte de Honduras, 160 para Olancho y 1,950 para al Distrito Central.
Después de vacunar a los profesionales de la salud, se inmunizará a los adultos mayores y a las personas que tienen enfermedades de base como la diabetes, hipertensión, asma y obesidad.
Sin embargo, la exministra de Salud, Roxana Araujo, aclaró que la aplicación de las vacunas contra la COVID-19 reduce el riesgo que las personas sean hospitalizadas e incluso pierdan la vida, pero no que se contagien. “Lo que se evita son esas complicaciones graves de la enfermedad, y no que se pueda contagiar”, dijo Araujo.
La exministra de Salud reaccionó a la muerte de una empleada del Instituto Hondureño del Seguro Social (IHSS), por esta enfermedad, pese que recibió la primera dosis.
La doctora Lesbia Villatoro, coincidió también que la vacuna anticovid que se está aplicando en las diferentes regionales sanitarias de Honduras, ayuda a evitar que los pacientes terminen en una sala de cuidados intensivos conectados a un ventilador mecánico.
Mientras, el viceministro de Salud, doctor Roberto Cosenza, destacó que la vacuna rusa combinada en dos dosis garantiza una efectividad del 91.6 por ciento a la persona que se le aplica.
La Secretaría de Salud proyecta que entre mayo y junio, Honduras debería recibir más de medio millón de vacunas de las cuales 300 mil serían donaciones del mecanismo COVAX y 212 mil que fueron gestionadas por el Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).