TEGUCIGALPA. Con una inmensa capa de humo amaneció envuelta este domingo la capital hondureña producto de los últimos incendios forestales suscitados en Tegucigalpa y sus alrededores.
A estas tragedias forestales se han sumado dos significativos siniestros el pasado lunes en el relleno sanitario municipal ubicado al nororiente de la ciudad sobre la carretera en la salida a Olancho y un vertiginoso incendio en los mercados de Comayagüela la madrugada del viernes que consumió más de 700 puestos de venta.
La inmensa capa de humo cubre los cielos de la capital impidiendo la visibilidad y con un alto nivel de contaminación que pueden causar problemas respiratorios.
Las calles de Tegucigalpa se encuentran desoladas, vacías, copadas de humo y con altas temperaturas.
Incendiadas varias hectáreas de bosque
Durante la semana, varias hectáreas de bosques de El Hatillo, El Chimbo y La Montañita han sido consumidas por las llamas generando una densa capa de humo por encima del municipio.
En estos tiempos de pandemia, los capitalinos enfrentan la escasez de agua debido a los bajos niveles que se encuentran las represas y la ausencia de lluvia.
La mayoría de los capitalinos para acceder al servicio de agua potable es a través de tanques cisternas sea de la alcaldía, gobierno o privados.
Entre las represas Concepción y Los Laureles tienen al menos 14 millones de metros cúbicos (nueve millones en Concepción y tres en Los Laureles) a los centenares barrios y colonias capitalinas.
Los niveles de represas se disminuyen rápidamente debido al uso que le da el Cuerpo de Bomberos para controlar los incendios.
El pronóstico del Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos), la temporada de lluvias comenzará a partir de mayo en el territorio hondureño.