TEGUCIGALPA. Pobladores de los alrededores de Tegucigalpa, realizaron este lunes diversas tomas en vías públicas en protesta por la construcción del proyecto habitacional “Bosques de Santa María” en la zona núcleo del Parque Nacional La Tigra.
Las tomas por parte de capitalinos se registraron en el sector de El Hatillo, El Chimbo y salida a Olancho. Agentes antimotines lanzaron bombas lacrimógenas para que los manifestantes desbloquearan la calle.
De acuerdo con los pobladores que sostenían pancartas, ellos están siendo afectados por la deforestación que provoca la escasez de agua.
La toma de la carretera en El Hatillo inició desde las 5:00 am, desde entonces llegó un contingente de antimotines a desalojarlos. Los manifestaciones siguen en la zona con plantones y quema de llantas. En la carretera a Valle de Ángeles, sector El Chimbo, se generó una enorme fila de vehículos por la protesta.
Pelean el agua
“No es justo que nosotros tenemos que venir a pelear el agua, porque solo una hora nos están echando el agua ahora, porque no hay agua en la montaña”, dijo uno de los pobladores que protestaba esta mañana en el kilómetro 7 de El Chimbo, Santa Lucía, donde se encontraba la periodista y ambientalista que lidera la defensa de La Tigra, Dolores Valenzuela.
La ambientalista manifestó que la falta de agua en la capital hondureña es algo inminente, por lo que desde hace 30 años los ambientalistas han venido exigiendo la construcción de represas y que se reforeste las cuencas y micro cuencas en todo el país, “pero se dedicaron a saquear los recursos naturales para favorecer a los ricos”, acusó.
Sobre la construcción del proyecto Bosques de Santa María “nosotros no nos dimos cuenta, nos dimos cuenta hasta en abril porque hubo un buen hondureño que nos mandó toda la documentación”, dijo Valenzuela, que además responsabilizó a la alcaldía capitalina, que dirige el alcalde Nasry Asfura, de extender al margen de la ley el permiso de construcción.
Según informaron, el gigantesco proyecto de construcción de viviendas en la zona de amortiguamiento de la reserva de La Tigra, denominado, “Bosques de Santa María”, en el que se involucran poderosos empresarios y políticos, destruiría al menos el 20 por ciento de la fuente de agua que suple a diario la población de la capital.