Una comisión especial fue nombrada en el intento de terminar con el conflicto agrario en la zona del Bajo Aguán, en el norte de Honduras que ha dejado varios muertos en fincas de palma africana.
Supuestos campesinos mantenían tomadas más de 12 mil hectáreas de plantaciones desde el 2021, en un periodo que se han visto afectados alrededor de 1,500 empleos con alejamiento de inversiones.
La comisión que busca intervenir en el conflicto está integrada por miembros de la Secretaría de Defensa, la Secretaría de Desarrollo e Inclusión Social (SEDIS) y el Instituto Nacional Agrario (INA), así como la plataforma de campesinos. Lo que se quiere es evitar conflictos y que se pueda lograr la paz y la tranquilidad en la zona.
Uno de los comisionados, el subdirector del INA, Rafael Alegría, dijo que está contento por los acuerdos contraídos hasta ahora con el sector campesino, empresarial y el gobierno.
El funcionario mencionó que han sostenido cuatro días de duros diálogos y conversaciones permanente en el marco del respeto.
Alegría manifestó en ese sentido la importancia de hacer una investigación exhaustiva sobre la tenencia y propiedad de la tierra.
“Los campesinos dicen que han sido expulsados, pero que además tienen documentos y lo mismo sostienen los empresarios”, añadió. De esa forma se ha establecido una comisión jurídica.
Otra comisión de la alta oficina de los derechos humanos estará de igual manera realizando sus investigaciones sobre el caso.
La idea es poder rendir un informe de los hallazgos, resultados y las propuestas a la solución.