La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presentó esta semana su Informe Anual correspondiente a 2016 ante la Comisión de Asuntos Jurídicos y Políticos (CAJP) de la Organización de los Estados Americanos (OEA).
El mismo ofrece información accesible, completa y relevante a todos los usuarios del Sistema Interamericano de Derechos Humanos acerca del trabajo y los recursos de la Comisión.
La publicación de este informe busca promover el cumplimiento de sus decisiones, asegurar el acceso a las víctimas. Así como rendir cuentas sobre las actuaciones de la CIDH durante el año que se informa, e informar sobre la situación de los derechos humanos en la región.
En el Informe Anual correspondiente a 2016, la CIDH analiza la situación en Cuba, República Dominicana y Venezuela.
Cuba, Venezuela y República Dominicana
En relación con Cuba, las persistentes restricciones a los derechos políticos, de asociación, a la libertad de expresión y de difusión del pensamiento. Como la falta de independencia del poder judicial y las restricciones a la libertad de movimiento, continúan limitando de manera sistemática los derechos humanos de los habitantes en Cuba.
A lo anterior, se suma el incremento en las represiones severas y restricciones a defensores y defensoras de derechos humanos y personas disidentes.
Además de la discriminación y violencia contra personas LGTBI y la exclusión de la población afrodescendiente. Los que está subrepresentada en altos cargos del Estado.
Respecto de República Dominicana, la persistencia de la discriminación racial estructural contra personas de ascendencia haitiana. O percibidas como tales, que ha impactado particularmente en el reconocimiento de la nacionalidad, deportaciones, expulsiones, operativos migratorios y expulsiones colectivas.
En relación con Venezuela, persisten situaciones estructurales que afectan los derechos humanos y se registra un agravamiento de la situación de la seguridad ciudadana. Esto en relación al derecho a la vida e integridad personal y un deterioro del Estado de Derecho y las instituciones democráticas.
La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos.