El crimen organizado ha diversificado sus formas de reclutamiento. Las autoridades en Jalisco descubrieron que un cartel del narcotráfico publicaba anuncios a través de Facebook donde ofrecía trabajo como encuestadores, escoltas, guardias de seguridad o policías locales. Una vez que las personas eran reclutadas, las llevaban al municipio de Tala, ubicado a una hora de Guadalajara, la capital del Estado, donde les entrenaban para ser sicarios. La Fiscalía local ha encontrado en las últimas dos semanas al menos cinco campamentos.
Eduardo Almaguer Ramírez, titular de la Fiscalía estatal, informó en una rueda de prensa de que ubicaron el primer campamento atribuido al Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) porque el 18 de julio una persona que estaba recluida en contra de su voluntad logró escapar y guio a las autoridades hacia uno de los fortines. El hombre contó que unos 50 criminales custodiaban a unas 40 personas en un territorio despoblado. En un operativo encabezado por la Fiscalía el pasado 21 de julio, los policías solo lograron rescatar a dos hombres porque el resto del grupo se había marchado. Unos metros más adelante encontraron un segundo campamento, donde había restos humanos.
El hallazgo de estos campamentos coincidía con unas seis denuncias recibidas en la Fiscalía en junio pasado y presentadas por familiares que buscaban a sus desaparecidos. Sus casos eran similares: habían estado buscando empleo y cuando encontraron una oportunidad avisaron a sus allegados de que debían asistir a un entrenamiento al municipio de Tala. Seis personas desaparecidas han sido localizadas y rescatadas en estos campamentos.
Una vez que encontraron los dos primeros campamentos, las autoridades continuaron la búsqueda en esa región. Una semana después del primer hallazgo, tras un operativo donde participaron 400 policías y militares y realizaron rastreos en helicóptero, localizaron otros tres campamentos en la región Valles de la entidad. La Fiscalía informó de que lograron detener a 19 delincuentes y uno de ellos murió en un enfrentamiento con los agentes.
De acuerdo con las investigaciones de la Fiscalía, el grupo criminal solicitaba a través de ciertas cuentas en Facebook personal de entre 16 y 35 años de edad para trabajar. Una vez que alguien mandaba un mensaje interesado por el empleo, le decían que debía acudir a una capacitación en Tala. Al llegar al lugar eran enviados a zonas despobladas en los cerros de la localidad, donde les ensañaban a disparar y los instruían en tácticas de defensa personal.
El fiscal Almaguer aseguró que se investigará la posible participación en los hechos delictivos de los policías de Tala, ya que le parece extraño que no se hayan percatado de los campamentos y de los traslados de los insumos para alimentar y adiestrar a estos numerosos grupos de personas. Además, según cifras citadas por diarios locales, en esa zona han desaparecido unas 200 personas desde 2013.
No es la primera vez que el CJNG utiliza formas poco convencionales para reclutar sicarios. En marzo de 2016 las autoridades dieron a conocer que el cartel utilizaba una empresa de seguridad “fantasma” para captar a personas. Miembros del grupo criminal repartían volantes en las calles de las localidades de Tlaquepaque y Puerto Vallarta. Una vez que alguien mostraba interés en la oferta laboral se les citaba en una finca, donde se les entrenaba. La compañía llamada Segmex se anunciaba como líder en seguridad privada y ofrecía salarios de 3.000 pesos semanales (unos 167 dólares). Si la persona acreditaba haber pertenecido a alguna corporación policial o militar, el sueldo era mayor.
El Cartel Jalisco Nuevo Generación (CJNG) es actualmente la organización criminal más poderosa del país. En poco más de cuatro años pasó de ser una célula al servicio de Joaquín El Chapo Guzmán, a la organización criminal con mayor presencia en el país. Expertos en el tema coinciden en que el cartel que dirige Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, ha aprovechado los golpes que han sufrido el cartel de Sinaloa, Los Zetas y Los Caballeros Templarios para ganar territorios con rutas estratégicas que no tenía controladas.
Para el académico en temas de seguridad Gerardo Rodríguez Sánchez-Lara, una de las causas de su rápida expansión es que ha logrado coludirse con las autoridades locales en los Estados donde ha penetrado y ha utilizado la violencia extrema. “Ha asesinado de forma violenta a policías estatales de Jalisco, ha usado mecanismos violentos y sádicos contra las fuerzas de seguridad, atentó contra objetivos del Ejército Mexicano, derribó helicópteros con fuerzas especiales de la Sedena y con estos métodos está luchando por obtener nuevas plazas”, dijo en mayo pasado en entrevista con este diario.
(Fuente: EL País)