El cardenal de Honduras, Óscar Andrés Rodríguez, llamó en la misa que ofició en la catedral de Tegucigalpa ante decenas de católicos, que todos los hondureños a evitar la corrupción en todos los ámbitos.
Asimismo, lamentó que el pueblo del país centroamericano está confrontado por ideología y los políticos.
“La palabra de Dios es esa sal que puede impedir la corrupción. Los 10 mandamientos de la ley de Dios están ahí como esa sal para impedir la corrupción”, subrayó Rodríguez.
La corrupción les ha robado a los hondureños unos 10.300 millones de dólares entre 2014 y 2018, lo que representa entre el 10 % y 12,5 % del producto interno bruto (PIB), según cifras del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh).
La persona es la “luz del mundo” y señaló que la tiniebla en la Biblia “es lo que se opone al plan de Dios, dijo Rodríguez.
Además señaló que ahoga la aspiración más profunda del ser humano, la aspiración a una vida plena, a una vida llena de sentido”.
Las tinieblas, añadió, se identifican en la palabra de Dios “con la mentira, nace de la ambición, nace de la necesidad exagerada del reconocimiento, de poder, de protagonismo” y produce en las personas “la ceguera, o sea, el ocultamiento del plan de Dios que es la vida impidiéndonos realizarnos plenamente”.
El religioso lamentó que el pueblo hondureño “está herido” y “confrontado por ideologías, por políticos, por el veneno del odio que se ha sabido ir metiendo en las comunidades”.
Aseguro que para “cicatrizar esas heridas, se necesita abrir camino a la justicia”.