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TEGUCIGALPA. Cientos de centroamericanos que van en la Caravana Migrante y que llevaban una semana en un albergue en Ciudad de México reanudaron este viernes su marcha hacia Querétaro con destino a los Estados Unidos.
Aunque sólo unos cientos de más de 5,500 retomaron de momento el camino, la caravana, en su mayoría hondureños, había acordado la noche del jueves en una asamblea que ya era momento de partir luego de fracasar en un intento de conseguir 150 autobuses del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
En entrevista con líderes del grupo migrante, Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos (defensoría), comentó que “nos acaban de avisar que en el transcurso de la madrugada se modificó el acuerdo, se quedan un día más, no nos dijeron por qué”.
Fuentes informaron que en el albergue, ubicado en un centro deportivo del oriente de la megaurbe, constataron que al amanecer el grueso de los migrantes permanecía dormido y que sólo al final unos cientos (entre 500 a 800) tomaron sus pertenencias para iniciar la marcha.
“Nos vamos porque ya no podemos estar ahí esperando, sólo nos dicen mentiras de que nos van a dar buses y nosotros pasando hambre, frío. Con los niños es imposible, no hay agua para bañarse”, dijo a medios internacionales Socorro Díaz, una hondureña de 32 años que viaja con sus niños de 4 y 7 años.
Sobre las estrategias
La alcaldía les facilitó trenes completos del metro para viajar sin paradas hasta el límite con el Estado de México y de ahí salir caminando hacia la autopista que conduce a Querétaro, ruta aprobada la noche del jueves por la asamblea de migrantes.
Decenas de policías batallaban para organizar a los migrantes por grupos e indicarles el camino por el intrincado y concurrido metro a la hora pico en que multitudes de capitalinos se dirigen al trabajo y la escuela.
Los migrantes que viajan en esta caravana, a la que siguen dos más con unas 2,000 personas cada una, están decididos a llegar a Estados Unidos pese a que el presidente Donald Trump ha advertido que se les impedirá entrar.
DATO
Unos 4,800 militares estadounidenses se han desplegado en la frontera sur con México.
