Un pequeño grupo de migrantes en su mayoría haitianos cruza por Tegucigalpa, capital de Honduras en ruta hacia el “sueño americano” como le denominan al ingreso a los Estados Unidos en busca de mejores oportunidades de vida.
Se trata de familias enteras y madres solteras con niños pequeños en brazos que se apostan en los alrededores de terminales de buses que cubren el trayecto de la zona occidente de Honduras con la esperanza que los acerquen a la frontera con Guatemala.