Entre el llanto e impotencia, con música de mariachis, miles de pobladores le dieron el último adiós, esta tarde, al alcalde de Cantarranas en Francisco Morazán, Francisco Gaitán Agüero, conocido con cariño como “Paquito”.
El féretro salió a las 1:00 de la tarde, desde la casa del extinto edil en el barrio El Centro, escoltado a través de calles adoquinadas, hasta la alcaldía municipal del pintoresco pueblo.
“Cuando ustedes me estén despidiendo. Con el último adiós de este mundo. No me llores, que nadie es eterno. Nadie vuelve del sueño profundo”, cantaban los charros, acompañados por la multitud, al son de la canción de Antonio Aguilar: “Nadie es eterno”
“Paquito” posteriormente fue llevado a una misa de cuerpo presente a la iglesia Inmaculada Concepción del pueblo y después al cementerio general de la localidad.
Las muestras de solidaridad con la familia doliente eran conmovedoras cuando humildes aldeanos aseguraban que no iban a volver a tener un edil con la misma calidad humana como Gaitán
El entierro se había programado primero para las 11:00 de la mañana, pero se postergó horas más por determinación de la familia, debido a que parientes que residen en el exterior no habían podido llegar a Honduras.
Gaitán fue ultimado de cinco balazos en la espalda el sábado a las 4:30 de la tarde cuando regresaba de su cierre de campaña electoral, a manos de un pistoleo en estado de ebriedad en el sector de San Luis, Cantarranas.
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La Policía Nacional capturó a Wilfredo Velásquez (31) con el mote de “Wilón”, quien se encuentra preso en la cárcel de El Porvenir en el extremo norte de Francisco Morazán.
Testigos recuerdan que horas antes el pistolero le hizo un fuerte reclamo a Gaitán porque no le reparaba un tramo carretero en su comunidad que conduce a una zona cafetalera de Las Delicias.
Posteriormente, le dio seguimiento para matarlo sin misericordia en un baño de sangre que ha sido repudiado por esa comunidad y también a nivel nacional e internacional.