Los sectores del municipio de La Lima en el departamento de Cortés, zona norte de Honduras, amanecieron de nuevo inundados en su totalidad a causa de una vaguada con lluvias que han azotado en las últimas 24 horas hasta desbordar el rio Chamelecón.
El dolor y la impotencia invadió a estos hondureños que ya habían limpiado sus casas para habitarlas, sin embargo se vieron obligados a evacuar por tercera vez ante el riesgo de perder la vida.
Cruzar las calles y avenidas de este municipio representa un peligro, de acuerdo a los habitantes.
La ciudad está más vulnerable debido a que Iota y Eta se llevaron los muros de contención y ahora las corrientes bajan libremente contra los proyectos habitacionales.
Los desastres son provocados por el rio Chamelecón que nace en las montañas de Copán, en el occidente de Honduras y recorre 200 kilómetros, cruza por el departamento de Santa Bárbara y después Cortés, donde encuentra su punto más bajo que es el valle de Sula.
Los vecinos de las colonias Sitraterco, Jerusalén, La Planeta, Céleo González vuelven a vivir la inclemencia de las lluvias con niveles de agua que supera los 2 metros de altura en algunos lugares, socavando su patrimonio.
“Ya habíamos limpiado el lodo y traído algunas cositas, ahora lo perdimos todo”, lamentó Iris López habitante de la colonia Sitraterco.
La situación se agrava debido a que una vaguada en superficie genera lluvias desde este fin de semana en la parte norte, noroccidente y occidente del país, de acuerdo con el Centro Nacional de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de Copeco.
El análisis de los modelos establece que el fenómeno está ubicado en el noroccidente del territorio nacional y en las próximas horas, producirá condiciones de lluvias y chubascos acompañadas de actividad eléctrica.
Los mayores acumulados se estarían registrando en los municipios fronterizos con la República de Guatemala, donde se podrían alcanzar de 100 a 120 milímetros diarios, indica el pronóstico.
Según Cenaos, la lluvia acumulada hará que los niveles de los ríos y quebradas tributarios a los ríos Chamelecón y Ulúa aumenten; sumado a esto los suelos se encuentran saturados y vulnerables a deslizamientos.
Copeco a través del Sistema de Alerta Temprana (SAT) insiste a los ciudadanos a tomar precauciones ante deslizamientos, revisión del entorno para identificar grietas, fisuras, pequeños deslaves o desprendimientos de rocas, señales de posible derrumbe.