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“El hambre ya no se aguanta, no se soporta” justificó el presidente de la Asociación de Buses Brujitos de Tegucigalpa, capital de Honduras, Pompilio Coello, al insistir con una protesta esta semana debido a que las autoridades del Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), no los incorpora a un pilotaje para trabajar.
“El hambre ya no se aguanta, son siete meses que tiene esta gente de estar paradas sin recibir ingresos, la bolsa solidaria solo la dieron tres veces y de ahí nada”, señaló el dirigente del sector transporte.
De acuerdo con el informe, esa asociación registra 206 unidades que están censadas y en proceso de legalización, pero hay otra gente se va a unir el miércoles. “Nos vamos a reunir el lunes para determinar las estrategias y se va a determinar que vamos a hacer y hacia donde nos vamos a dirigir”, adelantó.
“Los compañeros nos han dicho que vamos a las calles, si nos atenemos a que el Instituto Hondureño del Transporte Terrestre, vamos a estar esperando que nos incluyan en el pilotaje hasta diciembre”, concluyó.
Unas 1,500 unidades entre taxis y autobuses fueron certificadas para operar desde mediados de septiembre solo en Tegucigalpa, bajo el compromiso de cumplir con las medidas de bioseguridad para evitar mayor contagio del COVID-19.
Las unidades deben ser desinfectadas constantemente, no deben transportar pasajeros parados, asimismo, tener rotulación de las medidas de prevención, entregar gel antibacterial durante el ingreso de los pasajeros; por su parte, los usuarios están obligados al uso permanente de mascarillas y lentes protectores.
No obstante, las denuncias de la población establecen que los transportistas no están cumpliendo en la mayoría de disposiciones.
