La Asociación de Buses Brujitos de Tegucigalpa abortó el bloqueo de calles que tenía programado en la capital de Honduras, como medida de presión para que los incluyan en un pilotaje que les permita trabajar.
En ese contexto, se suspende una movilización hasta segunda orden en espera de resultados favorables en un diálogo iniciado hoy con autoridades del Instituto Hondureño del Transporte Terrestre (IHTT).
Los empleados del transporte denominados como “Brujitos” debido a que no cuentan con numeración y el permiso de gobierno para prestar ese servicio, argumentan que ya no soportan el hambre a casi siete meses de estar paradas sin recibir ingresos.
Esa asociación registra 206 unidades que están censadas y en proceso de legalización. “Nos vamos a reunir hoy martes en el Instituto Hondureño de Transporte, esperamos llegar a un acuerdo en beneficio de nuestros compañeros, confió el dirigente Pompilio Coello
Unas 1,500 unidades entre taxis y autobuses fueron certificadas para operar desde mediados de septiembre solo en Tegucigalpa, bajo el compromiso de cumplir con las medidas de bioseguridad para evitar mayor contagio del COVID-19.
Las unidades deben ser desinfectadas constantemente, no deben transportar pasajeros parados, asimismo, tener rotulación de las medidas de prevención, entregar gel antibacterial al ingreso de los pasajeros; por su parte, los usuarios están obligados al uso permanente de mascarillas y lentes protectores.
No obstante, las denuncias de la población establecen que los transportistas no están cumpliendo en la mayoría de disposiciones.