Sergi Roberto (Reus, 25 años) siempre echó mano de su santa paciencia. Cuando creyó no estar lo suficientemente bien valorado o reconocido en el FC Barcelona recordó las desilusiones que le costó a Xavi asentarse en el primer equipo. Exponente máximo de La Masia, como lo es ahora el catalán para su generación, Xavi le enseñó las artes de la resistencia. Y años después de su debut en una semifinal de la Liga de Campeones (tenía 19 años), celebra haberse ganado un puesto en el equipo y la confianza del entrenador, Ernesto Valverde, que le ha cedido últimamente el carril derecho para que los goles azulgrana llegan también de su lado.
Después de que el pasado verano el PSG abonara el dinero necesario para tener en sus filas a Neymar (200 millones), sin necesidad de llegar a ningún acuerdo con el Barça, Pep Segura y Robert Fernández se pusieron las pilas. Más después de que ese mismo verano el club recibiera una oferta del Chelsea por Sergi Roberto. Los de Londres estaban dispuestos a abonar los 40 millones, como antes estuvo el PSG dispuesto a pagar 100 por Sergio Busquets (su cláusula es de 200). Ninguno de los dos quiso marcharse. Pero el mercado hizo ver al Barcelona que debía actualizar las cláusulas de rescisión de sus jugadores más valiosos. Sergi Roberto, además, aspiraba a una mejora en su salario como uno de los jugadores clave de la plantilla del Camp Nou.
El futbolista de Reus, un centrocampista, que ejerce de interior siempre que es necesario y también de lateral, donde se le ha visto más este curso, se ha erigido en una de las piezas clave del equipo entrenado por Valverde. Versátil como pocos, interiorizada desde niño la filosofía azulgrana de cuidado del balón, en los últimos encuentros se le ha visto participar mucho del ataque del Barcelona (incluido algún despiste en defensa) y conectar muy bien con Luis Suárez.
(Fuente: El País – España)