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Augusto César Sandino, un patriota antiimperialista centroamericano

Por: Galel Cárdenas

El antiimperialismo en Centroamérica agredida por Estados Unidos, tiene como referencia histórica la lucha que emprendió Augusto César Sandino, en las Segovias, cuando los marines invitados por los gobiernos lacayos de la época invadieron la tierra de Rubén Darío, Rigoberto López Pérez y Carlos Fonseca Amador, entre los años de 1926 y 1927.

Era la época de las satrapías centroamericanas comandadas por los tiranos Maximiliano Hernández (1931-1944) de El Salvador, Jorge Ubico (1931 y 1944) de Guatemala y Tiburcio Carías Andino (1933-1948), quienes fueron sustentadas en su fuerza represiva por los Estados Unidos y sus compañías bananeras de la época.

Centroamérica declarada como el patio trasero de Estados Unidos por Ronald Reagan, ha sido el territorio en donde el imperio ha intervenido e influido en el destino político de las naciones centroamericanas.

El intervencionismo norteamericano ha originado en cada uno de los países centroamericanos procesos revolucionarios anti imperialistas de los más diversos modos de lucha y de enfrentamiento armado.

Uno de los ejemplos de una trascendencia histórica grandiosa fue el papel que juega Augusto César Sandino que establece la dignidad, la soberanía y el patriotismo nicaragüense que más tarde recogen otros patriotas como Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge y otros revolucionarios cuando emprenden su lucha contra la dictadura somocista cruel y asesina, impuesta por los Estados Unidos.

Augusto César Sandino (nacido el 18 de mayo de 1895), en 1927 establece que la guerra civil promovida por los conservadores y liberales, es una guerra patriótica, a raíz de la intervención de los marines norteamericanos, por esa razón Sandino que ha formado un ejército de 6.000 hombres se integra al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional.

En 1926 después de una serie de asonadas entre liberales y conservadores, asume el presidente conservador Adolfo Díaz. Los liberales se alzan en armas y organizan un ejército liberal constitucionalista y se produce la guerra constitucionalista.

Los generales liberales eran José María Moncada en la Costa Atlántida y Chontales, Francisco Parajón en occidente es decir en Chinandega y León, mientras que Augusto César Sandino se rebela en Las Segovias y Jinotega.

Adolfo Díaz entonces pidió la intervención de los marines norteamericanos para que le ayudaran a combatir al “Ejército Defensor de la Soberanía Nacional” que lideraba Augusto César Sandino.

Los marines tuvieron que formar un nuevo ejército conservador y por ello fundaron la Guardia Nacional Nicaragüense, misma que era entrenada, equipada y financiada por Estados Unidos, pero a la vez comandada por oficiales norteamericanos.

Sandino expandió sus zonas de combate en Jinotega, Matagalpa, Chontales, Chinandega, León, la Costa Caribe y Managua.

Sandino vence finalmente a los marines invasores norteamericanos, tanto que los norteamericanos en enero de 1933 abandonan el territorio nicaragüense, sin haber podido vencer al Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional.

De este modo, Sandino envía al nuevo presidente liberal Juan Bautista Sacasa una propuesta de paz, y así termina la guerra el 2 de febrero de 1933. El ejército patriota es desarmado, y oficialmente la Guardia Nacional queda como el ejército del nuevo gobierno.

Los norteamericanos dejan como director de esta nueva fuerza armada a Anastasio Somoza García, llamado Tacho Somoza, quien planea el asesinato de quien había pronunciado las más famosas frases patriotas de la época.

A finales de 1928 el contra almirante Sallers invitó a Sandino a abandonar la lucha para obtener los beneficios correspondientes, ante lo cual Sandino respondió:

“La soberanía de un pueblo no se discute, sino que se defiende con las armas en la mano. La resistencia armada traerá los beneficios a que usted alude, exactamente como toda intromisión extranjera en nuestros asuntos trae la pérdida de la paz y provoca la ira del pueblo”.

El jefe del ejército liberal José María Moncada decide pactar con el representante plenipotenciario Henry Stimson y traiciona al ejército patriota, así que firma un pacto llamado Espino Negro, y Sandino no reconoce esta ignominia por lo que se retira a un inexpugnable cerro El Chipote, y desde allí lanza otra frase revolucionaria y patriótica: “No me vendo, ni me rindo. Yo quiero patria libre o morir” y acto seguido enarbola la bandera roja con una franja negra que simbolizará su lucha patriótica.

Los marines estadounidenses no solo formaron la Guardia Nacional Nicaragüense si no que dejaron como director de esta guardia pretoriana Anastasio Somoza García, con quien instalaron la dinastía somocista dictatorial proyanqui, contra la cual luchará el “Frente Sandinista de Liberación Nacional”, fundado por Carlos Fonseca Amador junto con Tomás Borge y otros revolucionarios.

Así que Anastasio Somoza García planeó, como interpósito vengador de los marines derrotados y humillados, el asesinato de Augusto César Sandino.

En la noche del 21 de febrero de 1934, acompañado por su padre Gregorio Sandino, el escritor Sofonías Salvatierra y sus lugartenientes Francisco Estrada y Juan Pablo Umanzor asistieron a una cena invitados por el presidente Juan Bautista Sacasa, terminada la cena, salieron en su coche pero más adelante fueron detenidos frente al cuartel y cárcel denominados El Hormiguero, los soldados llevaron a la cárcel a su padre y al poeta acompañante, mientras que Sandino, Estrada y Umanzor fueron conducidos a un predio baldío donde estaba excavada una tumba, ante la cual fueron fusilados a mansalva por orden del comandante Delgadillo de la escuadra militar.

Los fusiles con los cuales fueron asesinados los patriotas revolucionarios, las armas eran de origen norteamericano y las marcas de ellas eran Springfield, calibre 7.62 por 63 milímetros, Thompson de 11.43 milímetros.

Diez años después en 1944 los restos que habían sido enterrados en la fosa común La Calavera fueron exhumados y llevados a la laguna Tiscapa para ser quemados, luego las cenizas fueron esparcidas en el lago Xolotlán.

Augusto César Sandino (1895-1934), el patriota, guerrillero y revolucionario con su vida de combate al ejército invasor de Nicaragua a partir de su muerte se convirtió de inmediato en el ejemplo a seguir por la generación posterior a su muerte, es decir por los evolucionarios que fundaron el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

El FSLN puso fin a la dictadura de la familia Somoza derrocando al tercero de esta dinastía, Anastasio Somoza Debayle, En 1956, el poeta Rigoberto López Pérez ajusticiaba a Anastasio Somoza García, asesino de Augusto César Sandino.

En 1957, Carlos Fonseca Amador junto con otros compañeros revolucionarios fundan el Frente Sandinista de Liberación Nacional. El proceso de liberación nicaragüense es complejo y se desenvuelve organizando las más variadas estructuras revolucionarias que conduzcan a la derrota del régimen somocista.

En 1967 el FSLN sufre una fuerte derrota en Pancasán. En 1969 muere en una casa de combate desigual el revolucionario Julio Buitrago, padre de la Resistencia Urbana.

En 1976 muere Carlos Fonseca Amador en el cerro Zinica en Boca de Piedra, su muerte ocasionó la creación de tres tenencias revolucionarias:

-Tendencia GPP (Guerra Popular Prolongada) maoísta

-Tendencia Proletaria (marxista Leninista)

Tendencia Tercerista, social demócrata y socialista.

El 19 de julio de 1979, el FSLN entra triunfante a Managua y se inicia el proceso revolucionario que actualmente dirige Daniel Ortega.

El espíritu de esta gesta extraordinaria fue insuflado por la figura de Augusto César Sandino, el guerrillero patriota que derrotó al ejército invasor de los marines norteamericanos quienes salieron de Nicaragua en el año 1933, un año después asesinan al patriota que dijo “Yo quiero patria Libre o Morir”.

Se cumplen precisamente 90 años de su muerte y 45 del triunfo revolucionario del Frente Sandinista.

El 18 de mayo de 1895 nacía Sandino y hoy se recuerdan los 129 años de su nacimiento.

Patria Libre o morir.

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