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Un asaltante se debate entre la vida y la muerte a causa de heridas de bala que le infirió un guardia de seguridad en el interior de un autobús del servicio de transporte público de la Ruta 2 en San Pedro Sula, departamento de Cortés en la zona norte de Honduras.
Todo comenzó a las 9:00 de la mañana cuando el delincuente, junto a otro compinche, abordó la unidad repleta de pasajeros y a los minutos gritó, pistola en mano que, “este es un asalto”.
En uno de los extremos del bus amarillo viajaba un guardia de seguridad vestido de civil que sin vacilar desarmó al asaltante y le infirió un disparo en la cabeza, ante el pánico colectivo de los usuarios.
“Cuando acordé se dio el pijeo (suceso), los asaltos son comunes en esta ruta”, dijo el motorista de la unidad sin ocultar su asombro.
El herido fue llevado hasta un hospital, el compinche salió despavorido y el guardia de seguridad se colocó la pistola al cinto y se alejó de la zona.
Hasta el primer semestre del 2021, según el Observatorio Nacional de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (ONV-UNAH) han asesinado de manera violenta 42 trabajadores del transporte colectivo en fatales episodios de asaltos y extorsiones.
Las ciudades más afectadas por la extorción, asesinatos de conductores y pasajeros del transporte son San Pedro Sula y Choloma y también la ciudad de Tegucigalpa, Francisco Morazán, en la zona centro del país.
Desde 2010 hasta el 2018, 1,647 transportistas perdieron la vida de manera homicida, según el boletín número 80 sobre homicidios de transportistas, elaborado por el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS) en conjunto con ONV-UNAH.
Las víctimas en su mayoría eran pilotos de taxi o mototaxi al acumular 827 homicidios, que representa 50.2 % del total registrado de 2010 a 2018.
Con menor frecuencia le siguen los ayudantes, despachadores y cobradores que sumaron 485 muertes. Los pilotos de bus y microbús con 307 casos y 16 dirigentes o empresarios del rubro.
