Al grito de “justicia, justicia” y “queremos una policía eficiente”, fuerzas vivas del municipio de Marcala se manifestaron hoy en protesta por una serie de crímenes violentos que amenaza la tranquilidad que por años ha caracterizado a esa pintoresca comunidad del departamento de La Paz.
En las últimas semanas, Marcala en la zona central de Honduras ha sido estremecida con una cadena de muertes violentas, incluyendo la reciente masacre de anoche donde delincuentes mataron a Roberto Nolasco y su esposa Kenia Márquez y a un testigo identificado como José Argueta para despojarlos de una motocicleta en el sector de Las Flores.
Jóvenes y adultos se concentraron frente al edificio de la alcaldía municipal para exigir que se le haga justicia a las familias dolientes y retorne la tranquilidad.
La violencia amenaza con seguridad de los habitantes y el riesgo de alejar a turistas que llegan cada semana a disfrutar de los diferentes atractivos y seducidos especialmente por el excelente café, exportado a varios países del mundo.
“Queremos trabajar seguros, la gente quiere respuestas y más compromisos”, dijo a Radio Marcala, uno de los protestantes, Alexis Reyes.
Roberto Nolasco y su esposa Kenia Márquez fueron identificados como un ingeniero muy querido por su liderazgo comunitario de la comunidad de Santa Cruz.
Las protestas continuarán en los próximas horas hasta que los jefes policiales rindan un informe sobre las investigaciones de los hechos sangrientos.