En Honduras viven unas 60 mil personas con autismo y cada año nacen 1,000 niños con esa condición extraordinaria.
Así lo informó la dirigente de la Asociación Hondureña de Apoyo al Autista (APO-AUTIS) Marty Suazo, tras señalar que “las posibilidades para brindar respuesta integral a las personas que sufren de ese problema son limitadas porque hasta el momento sólo existe esa organización especializada en el tema”.
El autismo es un trastorno relacionado con el cerebro que afecta la manera que alguien percibe y socializa con otras personas.
La dirigente dijo que “lo anterior causa problemas en la relación social y la comunicación porque ocasiona dificultades en el aprendizaje, juego, comunicación y conducta”.
“Creo que la pandemia ha generado una situación sumamente difícil para los padres de familia o personal responsable del autista e incluso para el mismo paciente que sufre la enfermedad”, sostuvo Suazo, hoy que se celebra el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo.
Servicios
“Uno de los síntomas de esta condición es que cuando a la persona se le rompe el esquema o la rutina, por lo general entran en crisis, entonces ha sido sumamente difícil brindarles la mayoría de servicios que antes se les prestaba”, comentó.
“Como padres de familia de un autista reconocemos que ellos sufren alteraciones del sueño, rabietas o crisis, algo de agresividad y ellos lo expresan de distintas formas cada qué vez que se les manifiestan esos síntomas”, agregó.
“Nos hemos tenido que ingeniar en este tipo de pandemia para poderlos sacar siquiera a dar una vuelta en vehículo o visitar algunos sitios de esparcimiento, pues si nosotros sufrimos con el confinamiento, en el caso de ellos la situación es más grave”, comentó.
“De igual manera con el tema de las medidas de bioseguridad, es muy complicado que ellos comprendan la importancia de andar con mascarilla, para el caso”, reveló.