TEGUCIGALPA. Dos masacres suscitadas este fin de semana en dos centros penitenciarios del país, dejaron al menos 37 reclusos muertos.
Solo el domingo, 18 miembros de pandillas murieron en un enfrentamiento entre internos de la cárcel de El Porvenir, 60 kilómetros al norte de Tegucigalpa.
El portavoz de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), subteniente José Coello, informó que en el amotinamiento también resultaron 10 heridos, donde utilizaron «armas de fuego y armas cortopunzantes».
Por otra parte, la noche del viernes, 18 presos murieron y 16 resultaron heridos en un tiroteo en el penal del caribeño puerto de Tela, a 200 kilómetros al noroeste de la capital.
Matanzas se producen poco después de declaración de “emergencia”
Estas dos matanzas se producen pocos después de que el presidente de Honduras, Juan Orlando Hernández, declarara el pasado 17 de diciembre «emergencia» en los 27 centros penales, que alojan a más de 21,000 reos, con el fin de dar el control de las cárceles a la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina), encabezada por militares y policía
El presidente hondureño tomó esta decisión después de que el 14 de diciembre asesinaran a cinco miembros de la pandilla Mara Salvatrucha (MS13) en la cárcel de máxima seguridad de La Tolva, a unos 40 km al este de la capital.
En la víspera, fue asesinado a tiros el director de la principal cárcel de máxima seguridad de El Pozo I, en Santa Bárbara (oeste), Pedro Ildefonso Armas.