El Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (Conadeh), Roberto Herrera Cáceres, rechazó todo acto de violencia que ponga en riesgo a las personas y la seguridad de los bienes públicos y privados.
El Defensor del Pueblo abogó para que tanto los estudiantes como las autoridades de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) retomen el diálogo.
Enfatizó que ese diálogo debe ser abierto, inclusivo, democrático, que se sustente en lo que es el derecho humano a la educación superior de calidad y que prevea un mecanismo de prevención y solución de controversias
Agregó, que el gran objetivo del CONADEH es la búsqueda de la paz social mediante la armonía entre los actores universitarios que conforman la comunidad universitaria.
Violencia
Declaró que la autoridad del CONADEH emana de la Constitución de la República y que este ente fue creado para supervisar que todos los servidores públicos e instituciones cumplan con los derechos humanos y libertades fundamentales de los habitantes, para que la sociedad viva en democracia, paz, seguridad, libertad y desarrollo.
Indicó que eso obliga al CONADEH a actuar con plena autonomía en la defensa de esos derechos y libertades del pueblo y en el fortalecimiento del Estado de Derecho en Honduras.
Por ello, el Ombudsman hondureño fue contundente al manifestar que los derechos humanos son incompatibles con la violencia.
En ese designio, lo que hemos planteado públicamente es la importancia de atender los acuerdos universitarios del 2016, tal y como fueron firmados sobre la base del respeto a los derechos humanos.
Considera que el conflicto en la UNAH, más que un problema institucional es un problema nacional que afecta el bien común.
Diálogo
El Defensor del Pueblo es del criterio que, en la UNAH, no existe aún el diálogo institucionalizado que permita resolver los conflictos a lo interno.
Nuestro interés es que haya un diálogo permanente y funcional en la Universidad, con mecanismos de solución de controversias a lo interno para prevenir y solucionarlos cuando se presenten y que preserven su autonomía en resguardo de la libertad académica y el progreso de la educación superior.
Recordó que, en la recomendación central, del acuerdo firmado en el 2016, no solo se tomó en cuenta lo que estaba ocurriendo en ese momento, sino que todo lo que había ocurrido anteriormente, con el propósito de poner punto final a la problemática y evitar que sucedieran hechos como los que están sucediendo en este momento.
Reiteró que el CONADEH rechaza toda manifestación de violencia ya que es incompatible con el ejercicio debido de los derechos humanos.
“Hemos enfatizado la importancia de sensibilizar más sobre lo que significa el derecho a la educación superior de calidad y el derecho a la manifestación o protesta pacífica”, dijo.
Compromiso
Agregó que la protesta deja de ser pacífica cuando se altera el orden público causando daño a personas y bienes.
Herrera Cáceres considera necesario que tanto las autoridades universitarias como los estudiantes retomen el diálogo lo más pronto posible.
Se precisa dar respuesta al compromiso de instaurar un proceso de diálogo permanente que comprenda formas idóneas de resolver diferencias, entre los actores universitarios, expresó.
Añadió que ese es uno de los compromisos principales del Acuerdo universitario del 20 de julio de 2016, entre las autoridades universitarias y el Movimiento Estudiantil Universitario, por lo que deberán perseverar consecuentemente en actitudes firmes hacia políticas y medidas que impulsen la educación superior de calidad.
Lo importante, según el ombudsman hondureño, es garantizar la efectividad del derecho humano a la educación superior, en beneficio de cada estudiante y del conjunto del estudiantado, así como de la sociedad hondureña.