Honduras al igual que Centroamérica debe una buena parte de su geografía a violentos eventos originados por volcanes.
Enormes partes de nuestro territorio cambiaron su forma original y uno de esos sectores del país se transformó en lago. Un campo volcánico donde usted ha pasado muy cerca de cráteres sin darse cuenta.
El Campo Volcánico del Lago de Yojoa se calcula terminó de erupcionar cuando mucho hace 8,000 años a.C. cuándo 2,000 años atrás. Por lo que ya existían pobladores civilizados en Honduras cuya evidencia se encuentra en la Cueva El Gigante.
Es por ello que es posible que algunos de nuestros antepasados hayan sido testigos de la formación del Lago de Yojoa.
Cráteres de volcanes al lado de la carretera
A diferencia de lo que se enseñó por décadas en las escuelas de que Honduras no tenía volcanes. Y se ha comprobado que quizá existen miles de ellos en casi toda la república.
Sin embargo encontrar cráteres no es fácil y especialmente en lugares muy accesibles.
Al lado de la norte de la carretera pavimentada que une La Guama con Peña Blanca se encuentran dos enormes cráteres. Siendo el mayor el Cerro Babilonia con un diámetro de un kilómetro. Y un poco hacia el Este se encuentra un segundo cráter con un diámetro aproximado de 500 metros.
Antes que existiera el lago había una enorme depresión en el sitio que se encuentra el cuerpo lacustre.
No obstante este no estaba confinado y fue la lava la que cerró la cuenca y así poco a poco el lago se fue llenando de agua.
Los cráteres en la zona de Peña Blanca son fáciles de ver. Por ellos fluyó lava en todas las direcciones desde los conos. Aunque el flujo mayor viajó hacia el norte hasta el pueblo de Río Lindo, donde la Catarata de Pulhapanzak se formó.
Tomado de: Honduras is Great