La defensa del expresidente de Honduras, Juan Orlando Hernández que guarda prisión en Nueva York, pidió nuevamente un aplazamiento de la sentencia programada para el próximo 26 de junio. Hernández fue declarado culpable de narcotráfico y está a la espera de conocer el dictamen del tiempo que pasará en la cárcel.
Con una carta enviada al juez Kevin Castel, el abogado Renato Stabile pide que se aplace la lectura de la sentencia por dos semanas. “Soy el único abogado que trabaja en la presentación de la sentencia del señor Hernández, y solicito tiempo adicional para finalizar su presentación y revisarla con el acusado”, argumentó Stabile en la nota.
Stabile le he escrito al juez Kevin Castel para solicitar el aplazamiento de dos semanas a la sentencia del expresidente Juan Orlando Hernández, actualmente programada para el 26 de junio de 2024 a las 11:00 de la mañana.
Según las normas del Tribunal, la presentación de la sentencia del acusado debe realizarse dos semanas antes de la sentencia. El motivo del aplazamiento solicitado es que “necesito tiempo adicional para revisar su caso, revisar los materiales de amigos y familiares en apoyo a la sentencia, algunos de los cuales deben traducirse del español y preparar el memorando escrito del acusado en apoyo de la sentencia”, detalló el abogado.
La defensa presentó objeciones al borrador del PSR y aún no tenemos recibido el PSR final, agregó Renato Estabile.
Además, alegó oportunidades “más limitadas” para “reunirme y conversar con el señor Hernández sobre su sentencia porque estuvo hospitalizado la mayor parte de la semana pasada debido a una lesión que sufrió en prisión”.
“Y también porque recientemente se cancelaron las visitas legales al MDC (centro de detención), al centro de detención de Brooklyn, por todo el día y parte del día”, adicionó. El abogado señaló que el gobierno estadounidense no se opone a un aplazamiento único de la sentencia.
El expresidente Hernández fue condenado el pasado 8 de marzo por narcotráfico y tráfico de armas por un jurado de Nueva York. Se señaló que estuvo vinculado a una red criminal que habría sumido a Honduras en un Estado infiltrado por el narcotráfico.